De la columna con datos se desprenden estos números: 39 – 44 – 57 – 19 – 45 – 42 – 55 – 50 – 42 – 18 – 76 – 70 – 75 – 76 – 60 – 77 – 69 – 20. Las cifras no vienen de un talón de lotería sino que reflejan todo lo contrario: son las edades de los 18 pacientes de La Plata que, como parte de la azarosa ruleta de un sistema de control farma-sanitario fallido, resultaron infectados con fentanilo contaminado con bacterias, mientras estaban internados en el hospital. Se pensaba que 9 de estas personas podrían haber muerto por este fármaco del laboratorio HLB en malas condiciones pero, según se pudo confirmar, las muertes por fentanilo contaminado ahora llegan a 14.
O en realidad quizás sean 15, si se confirma que la muerte de una persona que, como las anteriores, estaba internada en terapia intensiva pero en Rosario, Santa Fe, también perdió la vida por una o las dos bacterias detectadas en las ampollas de fentanilo. Ese paciente, el número 15, era parte de otro grupo que también investiga el Juzgado Federal Nº3 de La Plata, a cargo de Ernesto Kreplak, compuesto por 5 pacientes del Hospital de Niños de Rosario y 7 del Sanatorio Parque.
Este martes, además, el Boletín Epidemiológico Nacional que elabora el Ministerio de Salud de la Nación informó que, al 16 de mayo, contabilizan 66 pacientes con presunta infección por fentanilo no estéril: 55 están confirmados y 12 clasifican como “sospechosos”. “El grupo más afectado fue el de sexo masculino, de 45 a 64 años de edad”, aclara el informe.
En esta causa demasiados elementos parecen obvios, pero la Justicia debe probar todo. Esto incluye el trabajo de conectar el motivo de las muertes con el fentanilo, aparente o presuntamente (como se prefiera) contaminado, que habían producido, en tándem, HLB y Laboratorios Ramallo, propiedad, el primero, del empresario Ariel García Furfaro, actual socio del sindicalista Víctor Santa María; y el segundo, de Ariel Salinas, hombre cuestionado por su involucramiento en el caso que se conoció como “la mafia de los medicamentos”, y por haber sido dueño del laboratorio Apolo, una empresa rosarina en la que se provocó una explosión una década atrás, atribuida de lleno a las malas condiciones del lugar.
Clarín accedió a información detallada de los 18 pacientes infectados en el Hospital Italiano de La Plata (incluyendo los 14 que murieron ahí), tras dialogar con fuentes oficiales relacionadas a la causa. Causa, por cierto, difícil, considerando que los pacientes estaban “todos ventilados”, expresó una voz reservada vinculada a estos casos. Aludió, así, a la necesidad que tenían esas personas de recibir asistencia mecánica respiratoria. Su estado de gravedad era tal que los médicos decidieron administrarles un opiáceo tan potente como el fentanilo.
Entre los que fallecieron hay personas sumamente jóvenes. También, gente mayor. Será difícil (las fuentes lo expresan) dilucidar la causa real de esas muertes. Es decir, si fue “por” o “con” las bacterias que coparon el fentanilo, en particular considerando que son patógenos intrahospitalarios multiresistentes a los antibióticos.
Uno de ellos, Klebsiella pneumoniae MBL, es el que les generó la neumonía que condujo a las autoridades del Hospital Italiano de la La Plata a hacer una dedicada investigación, que terminó destapando las presuntas malas prácticas de fabricación de HLB y Laboratorios Ramallo, algo que en realidad la propia ANMAT ya sabía hace años.
Todo se dimensiona mejor si además se suma lo que informó este medio hace unos días, y es que los hospitales públicos de más de medio país tienen contratos de comercialización con estas empresas.
Los pacientes que murieron por el fentanilo contaminado
Cuando se dice que había pacientes muy jóvenes que murieron por la presunta ingesta de fentanilo contaminado, hay que entender nacidos en los primeros 2000. El más joven de los fallecidos era de 2007. Varón. Lo antecedía -en edad- una mujer de 2005. Tenían 18 y 19 años, respectivamente.
En la lista de adultos mayores que murieron hay un hombre que en diciembre hubiera arrancado sus ochentas. También, pacientes que transitaban sus cincuenti, sus cuarenti o menos. En cuanto a la distribución de género del grupo que murió, se contabilizan 6 femeninos y 12 masculinos, usando la expresión de los datos a los que accedió este medio.
Hay precisiones sobre el lugar de residencia que tenían esas personas, salvo en tres casos en los que esa información no se pudo conocer ni por las autoridades sanitarias ni por las judiciales.
Dos pacientes que murieron eran de Chascomús. Uno, de San Carlos de Bolívar. Dos, de Lobos. Uno, de Ensenada. Otro, de Maipú. La lista se completa con uno de Berazategui, otro de Mar del Plata y dos de La Plata.
El hospital Italiano de La Plata es -como muchos centros asistenciales de la capital provincial- una referencia sanitaria en varias especialidades. Por eso llegan pacientes de distritos cercanos y también otros que hacen más de 400 kilómetros para atenderse.
Es intencional la limitación que se adopta en esta nota con respecto a los detalles cruzados de cada fallecido (edad+lugar de residencia+sexo). La búsqueda es evitar que sea posible configurar individuos específicos, lo que generaría un potencial daño adicional a los familiares y un perjuicio a la investigación en curso.
Es que -como se explicó- la Justicia Federal investiga -por ahora- un episodio de presunta contaminación de medicamentos. No la muerte de pacientes, aunque pueda ser una derivación de esa circunstancia. De hecho, en el despacho de Kreplak por el momento sólo se presentaron dos abogados que pretenden representar a familiares de víctimas.
La semana pasada se concretaron tres allanamientos ordenados por Kreplak. Fueron a la droguería Nueva Era y a los dos laboratorios cuestionados. Se secuestraron 23 botellas de fentanilo de 500 mililitros pertenecientes a distintos lotes, 2.400 ampollas de la misma sustancia, tres bidones con un peso total de 4,8 kilos con inscripciones vinculadas al fentanilo, 17 cajas con 3.000 unidades de este producto, informes, documentación y otros elementos relevantes para la causa.
Durante los operativos también se identificó a ocho personas, tres de las cuales pertenecen a los laboratorios investigados. Todos quedaron a disposición del juez, a la espera del avance de la investigación en curso, se informó desde la Policía Federal.
Las bacterias que infectaron a los pacientes del fentanilo
Los pacientes murieron en la primera mitad de abril. La investigación epidemiológica que hizo el hospital para comprender que el nexo común eran bacterias presentes en el fentanilo fue exhaustiva. Digna de un trabajo de inteligencia.
Encontraron 18 pacientes, pero no todos infectados con las dos bacterias, lo que podría demostrar que el fentanilo no sólo estaba contaminado sino erráticamente contaminado.
Dos de los fallecidos dieron positivo para Ralstonia picketti, únicamente. Es un patógeno multirresistente que no estaba en el panel de “bichos” intrahospitalarios registrados por el centro de salud, en esa suerte de batalla diaria que los hospitales y sanatorios (que funcionan bien) deben dar para erradicar patógenos que les andan dando vueltas y encima tienen la fortaleza para resistir a los antibióticos.
En seis pacientes se encontró la bacteria Klebsiella pneumoniae MBL, pero no la otra. Las restantes víctimas fatales (es decir, seis pacientes) resultaron infectados con las dos a la vez.