Dos turistas que a principios de febrero exploraban las laderas de las montañas Krkonose en la República Checa y que encontraron en su camino una caja de aluminio que sobresalía de un muro de piedra, jamás imaginaron que su hallazgo se convertiría en una noticia que daría la vuelta al mundo.
Contenía 598 monedas de oro, divididas en 11 columnas y cuidadosamente envueltas en tela negra. No muy lejos del lugar del hallazgo y también incrustada en la misma pared, los senderistas desenterraron una segunda caja metálica que contenía tabaco, 10 pulseras, un peine, una cadena con una llave y una polvera, todos también de oro.
Según el Museo de Bohemia Oriental, que se hizo cargo del hallazgo, las monedas solamente tienen un valor combinado cercano a los 340.000 dólares, mientras que el resto de los artículos también podrían valer miles de dólares, también unos 340 mil, dependiendo de su contenido de oro.
Según el jefe del Departamento de Arqueología del Museo de Bohemia Oriental Králové en Hradec, Miroslav Novak, este hallazgo es único.
“Los llamados depósitos, como es conocida la manera de almacenar objetos valiosos bajo tierra en forma de tesoros, ha sido una práctica común desde la prehistoria. Al principio, los movimientos religiosos eran más comunes; posteriormente, se trataba de bienes almacenados en tiempos inciertos con la intención de recuperarlos posteriormente” dijo Novak en un comunicado del museo.
Para Novak, lo realmente interesante es la fecha en que los objetos fueron enterrados. La moneda más reciente del grupo data de 1921, lo que indica que el tesoro debe haber estado escondido solamente durante el último siglo.
“Es posible que alguien encuentre información, quizás en los periódicos de la época, sobre un robo en una joyería o algo similar, y de repente eso nos lleve a una pista”, dijo Novak al diario The New York Times.
Cerca de la mitad de las monedas provienen de países de Europa Occidental, como Francia y Bélgica, mientras que la otra mitad provienen de los Balcanes, el Imperio Otomano, Rusia, partes de África como Túnez.
“Las monedas de los Balcanes tienen agujeros, lo que indica que probablemente se usaban para adornar las diademas o collares que formaban parte de los trajes típicos o los atuendos de boda”, dijo Novak al medio estadounidense.