Cuando su saque ganador, que provocó que el rival dejara la devolución en la red, sentenció su triunfo, Federico Gómez levantó los brazos al cielo, cerró los ojos y se permitió disfrutar del momento, mientras un grupo de argentinos coreaba su nombre. Después pegó un grito que fue mezcla de satisfacción y de desahogo, se golpeó el pecho y apretó el puño. Es que ese 4-6, 6-4, 6-4 y 6-1 ante al estadounidense Aleksandar Kovacevic por la primera ronda de Roland Garros no fue una victoria más para él. Fue la primera de su carrera en un Grand Slam, en su debut absoluto en el cuadro principal de un torneo de esta categoría. Y con ese festejo sobre el polvo de ladrillo de la cancha 9 del complejo de Bois de Boulogne, el bonaerense, de 28 años, volvió a emocionar al mundo del tenis, como había hecho hace casi tres meses con el duro relato sobre su lucha contra la depresión. Aunque esta vez, conmovió con su alegría.
“Todavía no caigo… Es una felicidad hermosa tener a toda la gente acá, a mi equipo, que en los momentos duros… No fueron meses fáciles para mí, pero ellos me bancaron, me dieron fuerzas para seguir y acá estoy”, contó minutos después del final del partido en charla con ESPN, luchando para no quebrarse frente a las cámaras.
“Nunca en la vida me temblaron tanto las piernas como en el peloteo previo. No sentía presión, pero sí la necesidad de rendir, fuera cual fuera el resultado”, agregó con los ojos húmedos quien jugará ahora con el británico Cameron Norrie, vencedor de Daniil Medvedev.
Gómez, 144° del ranking, había llegado a París con el sueño de romper la barrera de las qualy en torneos “grandes”. Había disputado dos veces una fase previa y en ambas se había quedado con las ganas de meterse en la competencia principal. El año pasado, en la del US Open, perdió en segunda ronda con el italiano Mattia Bellucci. Y en enero, en la del Australian Open, cayó en la primera instancia ante el brasileño Joao Fonseca, que tuvo su explosión a nivel ATP poco después.
¡LA LOCURA ES TOTAL! 🤯
Enorme alegría con la victoria de 🇦🇷 Fede Gómez en su debut en #RolandGarros. 🥹 pic.twitter.com/KSvHtvZH8x
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En la capital francesa estuvo cerca de ganarse un lugar en el cuadro, pero en la tercera ronda de la clasificación, el italiano Giulio Zeppieri lo superó en dos sets y lo dejó afuera. La suerte, entonces, le dio una mano. Porque el finlandés Emil Ruusuvuori, que hace una semana también reveló que desde el año pasado está luchando con problemas de salud mental, se bajó el torneo. Fede entró como lucky loser y este martes, bajó a Kovacevic, 76° del mundo, y pudo, por fin, celebrar un triunfo en una de las cuatro citas más importantes del circuito.
El nacido en Merlo el 26 de noviembre de 1996, se convirtió, con 28 años y seis meses, en el argentino de mayor edad en ganar su primer partido en un Grand Slam, superando a Federico Coria, que lo hizo con 28 años y cinco meses en Nueva York en 2020.
El triunfo ante el estadounidense es un premio a la perseverancia, la resiliencia y el trabajo duro de un incansable obrero del tenis.
Formado en el Club El Jagüel de Parque Leloir, Fede sacó su primer punto ATP en 2014, pero tras pasar algunas temporadas luchando en los Futures, decidió tomar otro camino. Pasó por el tenis universitario de Estados Unidos, consiguió un trabajo después de graduarse que lo obligó a dejar la raqueta en segundo plano y estaba enfocado en dar clases en la academia que tiene Guillermo Cañas en Florida, cuando decidió darse una segunda oportunidad. Tenía 25 años y muchos pensaban que su “tren ya había pasado” -idea que se cruzó por la cabeza a él mismo alguna vez-, pero eso no le importó.
Un día totalmente inolvidable para 🇦🇷 Fede Gómez y su gente en #RolandGarros. ❤️ pic.twitter.com/oCV1fzHdLN
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En junio de 2021 volvió a jugar en el nivel más bajo del tenis profesional -hoy llamado ITF World Tour– y de a poquito fue recuperando el ritmo y empezando a escalar en el ranking. Motivado y con muchas ganas de mejorar, uno de sus mayores obstáculos en ese viaje fue el factor económico. “Tuve momentos malos, momentos en los que el límite de la tarjeta de crédito estaba totalmente en rojo. En los que toqué fondo y se me hizo muy duro mentalmente porque no tenía de dónde sacar más plata. Y pensé en dejar”, le contó a Clarín en octubre del año pasado.
De las alegrías en la cancha a los fantasmas de suicidio
El 2024 fue el mejor año de su carrera. En febrero tras superar la qualy, jugó su primer ATP en Córdoba. Y en su debut en una gira asiática, pasó la fase previa en Chengdu y venció en el debut a Alexandre Muller, 70° del mundo, anotándose su primer triunfo en el circuito más importante del tenis. Además, conquistó sus primeros tres títulos en el Challenger Tour, en Milán, Trieste y Guayaquil. Y en el arranque de este 2025, alcanzó el 133° escalón del ranking, su mejor posición histórica.
Pero mientras empezaban a aparecer los resultados en la cancha, Fede vivía una de las etapas más difíciles de su vida personal, marcada por una profunda crisis emocional y una dura lucha contra los pensamientos suicidas.
“El deporte que me lo ha dado todo y a la vez me ha quitado tantas otras cosas. Siento haber tocado fondo, pero a su vez quiero agarrarme de esta situación para agarrar impulso y empujarme hacia arriba para volver a salir a la superficie. No lo he podido hablar con nadie, así que busqué la mejor opción según mi parecer”, contó hace casi tres meses en un posteo de Instagram, plataforma que eligió para abrir su corazón.
“Los últimos seis meses han sido de los más duros que me han tocado vivir como ser humano. Convivir con pensamientos de dejar el tenis por completo, de realmente cuestionarme si todo esto realmente vale la pena y hasta incluso en reiteradas ocasiones pensamientos suicidas de no querer vivir más y dejar este mundo, los cuales se me hace muy difícil expresar. Me cuesta mucho escribir todo esto sin llorar a más no poder, pero creo que es la mejor decisión que pude haber tomado en este momento para sacarme este gran peso que siento encima y me come la cabeza 24/7”, relató con crudeza.
Las palabras de Fede impactaron al mundo del tenis y su conmovedor mensaje recibió el apoyo de todos sus compatriotas y de varias estrellas del circuito, entre ellas, una leyenda de la raqueta. “Fuerza amigo. Siempre hay una luz al final del túnel”, escribió Novak Djokovic al compartir la publicación del argentino.
Cuando los dos coincidieron en el Masters 1000 de Miami, Nole lo invitó a compartir algunos entrenamientos, en los que se los vio peloteando en la cancha, pero también tomándose un ratito para charlar. La postal se repitió el lunes en una de las canchas de Roland Garros, en la previa del debut de ambos en el “grande” francés.
“Me identifico con muchas de las cosas que escribió. Todos tenemos momentos oscuros, psicológica y emocionalmente pasamos por muchas cosas… tengo mucha empatía por él. Ya le dije que estoy aquí, para ayudarlo de cualquier forma”, comentó el serbio tras aquel encuentro sobre el cemento de Florida.
Peloteo, charla y risas entre 🇷🇸 Novak Djokovic y 🇦🇷 Federico Gómez. 😁#RolandGarros pic.twitter.com/7lc0mwoEX2
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El argentino contó: “La predisposición que tuvo fue increíble, es una persona muy genuina, amable, que te entiende. Es increíble que tenga esas ganas de ayudarme, de darme su punto de vista y recomendaciones y que me diga que está para lo que necesite”.
Y reveló que tras el descargo en Instagram había sentido un “alivio muy grande”, que estaba un poco más tranquilo y que el foco no estaba puesto en el tenis, si no en “estar bien y disfrutar dentro de una cancha”.
Disfrutar como hizo este martes en París, donde jugó un partidazo, derrotó a Kovacevic y festejó con lágrimas en los ojos y el aliento de su gente y un grupo de argentinos, la primera victoria en el cuadro principal de un Grand Slam.
“Se la dedico a mi familia y a un entrenador que falleció hace muchísimos años, justo antes de la pandemia. No lo tenemos más, pero está siempre con nosotros. Se lo dedico a él y también a mi entrenador de toda la vida, que lo pude traer a París para que viva conmigo este momento”, aseguró. Y agregó: “La verdad, soy un privilegiado acá y poder disfrutarlo con ellos”.