por qué ver el musical que homenajea al pintor


No es un simple detalle para la experiencia del espectador ir a ver una obra con gran protagonismo del Riachuelo… justamente frente al Riachuelo.

En la avenida Corrientes no hubiera funcionado igual Benito de La Boca, este musical del Complejo Teatral de Buenos Aires que va por su tercera temporada. Puede parecer obviedad, pero no hay lugar mejor para resucitar a Benito Quinquela Martín que en el teatro que él mismo donó al barrio, el de la Ribera, ahí en La vuelta de Rocha, entre fantasmas de marineros, changarines y primeros genoveses inmigrantes.

El aura de la puesta, con esa escenografía que reproduce puertas adentro ese folclore que existe afuera, invita a un trance, a una sensación onírica. Durante una hora y media nos transportamos a los comienzos del siglo XX y a ese particular rincón del sur porteño, entre vivos y muertos que van interactuando simpáticamente.

Roberto Peloni (Shrek, Cyrano de más acá, The Rocky Horror Show, Pelonintensivo y otros trabajos destacados) honra al carbonero-artista y nos arrastra a un viaje didáctico. Sí: estamos frente a una pieza formativa, pedagógica a la que asisten alumnos de escuela en masa los viernes a las 14, pero que los fines de semana se llena de amantes de la pintura, de curiosos sin vínculo con el arte, de turistas y de vecinos.

Es Juan de Dios Filiberto (Nacho Pérez Cortés), el compositor nacido en La Boca, el que nos introduce en esa expedición mágica acompañado por una orquesta. Él invita a invocar al “hombre que cargó con el barrio sobre los hombros” para que vuelva el color a esa república. Enseguida vendrá el cruce de líneas de tiempo y su encuentro con el mundo de los vivos.

Julia, una guía turística del presente (Belén Pasqualini), “quinquelista”, según aclara, nos va presentando con gracia a quienes poblaban La Boca de antaño, personajes arquetípicos como el bombero, el marinero, la suspirante, la prostituta… Un elenco sólido que sale y entra de sus roles y se multiplica con un contagioso espíritu festivo.

El elenco de "Benito de La Boca", con Peloni a la cabeza.El elenco de “Benito de La Boca”, con Peloni a la cabeza.

El cuento conocido se hace acción con el puente transbordador, las proas y las hormiguitas obreras de fondo. Abandonado de bebé en la Casa de Niños Expósitos y con un pañuelo de seda con una flor bordada por la mitad, Benito es adoptado a los siete años por el matrimonio Chinchella, conformado por el italiano Manuel y por Justina Molina, entrerriana.

El niño deberá dejar la escuela para sumarse a la humilde carbonería familiar que sostiene la economía de la casa. El destino, con viento a favor incluso en la adversidad, le permititá sacar provecho de la desventaja: el carbón será su medio estético para plasmar toda esa belleza portuaria que observa en su hábitat cotidiano.

Sus clases con el maestro Alfredo Lazzari, el elogio en la Revista Fray Mocho que lo visibiliza socialmente, sus primeras exposiciones, su salto al mundo, su estadía en Nueva York. Toda esa cronología se respeta en esta idea original (y dirección general) de Lizzie Waisse. También se hace zoom en el menosprecio, la resistencia y hasta la burla que el arte de Quinquela sufrió por parte de críticos, académicos y colegas.

Benito en Nueva York. Benito en Nueva York.

Valiéndose de retazos biográficos conocidos (como la noche en que los “paquetudos” del Jockey Club ironizaron sobre su “romantización de la pobreza”, sus orígenes, su causa barrial) la historia no esconde su misión formativa, lúdica y reivindicatoria. Y desemboca en ese costado altruista de Benito que compró terrenos y los donó al Estado para que se construyeran instituciones dedicadas a la difusión del arte y al desarrollo cultural, educativo y sanitario.

Logias, asociaciones, agrupaciones separatistas, gremios. Sin olvidar el contexto histórico, los movimientos de la época y los nombres (desde el socialista Alfredo Palacios hasta la escritora Alfonsina Storni), el crochet de escenas mantiene su ritmo con humor, entre prolijas coreografías y un gran diseño sonoro y de iluminación.

Benito de La Boca, un gran despliegue de sonido y color.Benito de La Boca, un gran despliegue de sonido y color.

Benito de La Boca empuja a repensar el concepto de “lo feo y lo bello” más allá de los trazos y crea una atmósfera de pertenencia que emociona especialmente a los xeneizes. Arenga principalmente esa identidad colectiva vinculada al espacio, a esa tierra anegadiza, de conventillos multicolores y estibadores. Pero también invita a ajenos al barrio, al público “forastero” de lo boquense, a soñar en esa atmósfera de navíos, sirenas, estribor y musicalidad de agua.

“¡La Boca es un estado espiritual!”, grita un personaje que logra resumir en una línea la importancia de Quinquela en la construcción de ese principado arrabalero. Difícil no traspasar la puerta de salida sin haber sido atravesado por una vieja y poderosa idea: “Pinta tu aldea y serás universal”.

Los personajes típicos de la época en un gran trabajo coral.Los personajes típicos de la época en un gran trabajo coral.

Ficha técnica: Teatro de la Ribera (Av. Don Pedro de Mendoza 1821), viernes a las 14 y sábados y domingos a las 15.

Actúan: Roberto Peloni, Nacho Pérez Cortés, Belén Pasqualini, Natalia Cocciufo, Julián Pucheta y elenco. Diseño sonoro: Sebastián Verea. Diseño de iluminación: Eli Sirlin. Diseño de escenografía y vestuario: Marlene Lievendag y Micaela Sleigh. Dirección de arte: Marlene Lievendag. Dramaturgia y dirección actoral: Juan Francisco Dasso. Coreografía: Gustavo Wons. Música y dirección musical: Gustavo Mozzi.



Source link

Más noticias

de “da la impresión que no tiene alma” a “involucionó y no genera nada”

La prensa uruguaya cargó con dureza contra el seleccionado dirigido por Marcelo Bielsa, luego de la derrota 2 a 0 que sufrió el...

La oficina de la Corte que interviene teléfonos logró un récord de asistencias judiciales, dejando atrás su pasado negro

La intervención judiciales de teléfonos y mails fue siempre objeto de peleas entre los políticos. En forma embrionaria se la llamaba Oficina de...

La impactante historia del hombre con mayor coeficiente intelectual del mundo, superior a Einstein y Hawking

Los descubrimientos y aportes que realizaron Albert Einstein y Stephen Hawking parecían haber fijado un techo, con un coeficiente intelectual que se estima...