Hay nombres terrenales en la carpeta de Juan Román Riquelme: Marco Pellegrino, Gastón Hernández, Ignacio Vázquez, Malcom Braida y Walter Mazzantti. Todos con su grado de dificultad económica, pero alcanzables para la tesorería de Boca. Y hay otro que desvela al presidente. Se trata de Leandro Paredes, un hijo pródigo de la cantera azul y oro que hace tiempo dejó el club rumbo a su sueño europeo y hoy no descarta regresar a la Argentina. ¿Se podrá cerrar su pase antes del Mundial de Clubes?
El campeón del mundo llegó a Buenos Aires para sumarse a la Selección Argentina, que por estas horas está pensando en el duelo ante Chile del otro lado de la Cordillera. Y las únicas fotos que hubo de Paredes fuera de los entrenamientos en el predio de la AFA fueron con Fernando Gago, Pichi Erbes y Nicolás Colazo. Con sus ex compañeros de Boca -entre ellos, el recientemente despedido entrenador- se juntaron a comer un asado con sus respectivas esposas. Pero hasta ahora no recibió un nuevo llamado del dirigente ídolo.
En febrero, después de idas y vueltas, el propio Paredes confirmó que se quedaría en la Roma. “Siempre lo digo, siempre fui muy claro con mis declaraciones, jamás di a entender que volvía ahora. En noviembre, cuando tuvo la oportunidad de decirlo, fui claro: dije que tenía un contrato que debía respetar y lo hice”, afirmó entonces. La realidad es que la oferta de Román no colmaba las expectativas salariales del mediocampista.
Un mes después, firmó la renovación de su vínculo con el equipo capitalino, pero adjuntó una cláusula que resulta un guiño para Riquelme: existe una obligación de venta en el caso de que Boca toque la puerta y el valor es de 3.700.000 dólares.
En principio, el precio del pase es accesible para las arcas xeneizes. El tema sigue siendo el contrato, que sería de 4 años y le demandaría un costo de 14 millones de dólares. Sí, Paredes pretende cobrar lo mismo que su último acuerdo con la Roma. Ningún futbolista del actual plantel llega a ese número. Bastante lejos está Edinson Cavani, el mejor pago.
Entonces, ¿será posible contar con un jugador que le daría un gran relieve al plantel de cara a la cita en suelo norteamericano? Hay una razón económica, está claro. Y también, otra que lo hace dudar al futbolista nacido en San Justo hace 30 años. ¿Jugar en el fútbol argentino podría alejarlo de la Selección? Hoy, Paredes es suplente en el equipo campeón del mundo. Contra Chile no podrá jugar por una suspensión, pero corre de atrás, muy a pesar de su influencia cada vez que ingresa. Gonzalo Montiel todavía es un recurrente, más allá de que su lesión lo dejó fuera de carrera en esta convocatoria. Germán Pezzella y Marcos Acuña perdieron su lugar. Y hay una renovación en marcha, de todos modos, que tiene jugadores del medio local, pero no es lo usual.
Ahora, ¿qué le conviene a Paredes? ¿Ser titular y tener continuidad en Boca o suplente en la Roma? En las últimas dos fechas de la Serie A, recuperó el lugar en el once de entrada y fue de la partida contra Milan y Torino. Sin embargo, la designación de Gian Piero Gesperini como nuevo entrenador abre un signo de interroganción respecto a su estabilidad en el conjunto romano.
Miguel Angel Russo habló sobre esta posibilidad. “Son jugadores top, campeones del mundo con mucha trayectoria, son situaciones que tiene que decidir él. En Boca tiene los brazos abiertos siempre”, apuntó el técnico.
Hasta el 10 de junio, cuando cierre la ventana que se abrió para los clubes que participan del Mundial de Clubes, Boca tiene tiempo de negociar. El 16 tendrá su debut en Miami ante Benfica. El deseo es contar con el mejor equipo posible. Con Paredes se potenciaría, claro.