Recién llegada a Buenos Aires para disertar en un panel sobre nuevas oportunidades para el desarrollo en las comunidades en la Convención de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO), la diputada española Cayetana Alvarez de Toledo y Peralta Ramos expresó que la Argentina era literalmente su casa. Nacida en España de madre Argentina, mitad de su familia, su infancia y sus estudios están efectivamente aquí.
Actualmente portavoz adjunta del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso de los Diputados, es una figura que va y viene en la política entre Buenos Aires y Madrid desde hace años. Mayormente vinculada a los sectores de PP y relacionada con el PRO de Mauricio Macri, Álvarez de Toledo fue siempre una implacable crítica del kirchnerismo como lo es del o socialismo español.
“Javier Milei heredó un país quebrado, un paciente en estado terminal. Y la terapia de shock ha devuelto ese paciente a la vida y eso es digno del máximo elogio. Es decir, un ajuste fiscal audaz, necesario y exitoso”, expresó ante un grupo pequeño de medios argentinos, entre ellos Clarín.
Lo dijo en una suerte de introducción ordenada con apuntes propios y todo. Hablaba de “un esfuerzo por devolverle la racionalidad al Estado”, la “responsabilidad” y “la eliminación del cepo” y el “control de la inflación”. Y políticos que “tratan a los ciudadanos como adultos, que le dicen la verdad“.
Historiadora, periodista, balanceará sus dichos, con un mensaje sin nombre pero que es bien claro en la Argentina libertaria. “Dicho esto, mi esperanza es que ese cambio no quede en un pendulazo o en un paréntesis” y “desmentir las advertencias de quienes dicen si la libertad económica avanza pero la libertad política retrocede.”
Su consejo entonces es apuntar a hacer tres cosas “Reconstruir la clase media, apuntalar la República y cerrar la grieta.”
-¿Ve signos de retroceso de las libertades políticas en la Argentina o signos de crispación cuando pide cerrar la grieta?
-La verdadera revolución en Argentina es institucional, es apuntalar la República, las instituciones y cerrar la grieta. Hablando de la grieta, siempre cito el ejemplo de la transición española que pasó de una dictadura de democracia, una etapa sin libertades, a una etapa de libertades. Tuvo que integrar a gente muy, muy distinta y se hizo a partir de una conversación inteligente basada en la buena fe, en la buena voluntad, conceptos de concordia y de reconciliación fueron esenciales en ese proceso. No se puede levantar un país sobre una grieta. La grieta es un cepo, por usar una palabra que también está en la jerga local, la grieta es un cepo y también hay que eliminarlo, para cerrar una grieta hay que dejar de cavarla, lógicamente. Y eso nos concierne a todos en la sociedad, pero muy especialmente a quien tiene el poder. Cuanto más poder, más responsabilidad en cerrar esa grieta. Gobernar, evidentemente no es dividir mejor, sino unir con fuerzas y por muchos motivos. Primero, porque es lo moral, evidentemente, intentar reconciliar y conversar unos con otros y aceptar la diferencia, y segundo porque es lo eficaz, es decir, polarizar es paralizar un país, te impide sacar adelante reformas profundas estructurales que cualquier país necesita. Las alianzas se tejen a través de la conversación y a través de la cordialidad. Se puede ser libertario y republicano.Se puede y se debe.
-¿Cree entonces que Milei no está dando señales de ser republicano y está generando más grieta?
-He dicho lo que he dicho. Hay personas que están en el debate público que consideran que ser republicano, cuidar las instituciones, vamos a decirlo, dicen no ser ñoños republicanos. Yo me proclamo una ñoña republicana y orgullosa de serlo. Creo que las instituciones son cruciales en las naciones y en el progreso económico y social de un país. Se puede ser libertario y republicano, incluso cordial.
-Hablemos de la libertad de expresión. Y aquí hay un debate con ello sobre todo en la relación de Milei con los medios. ¿Qué piensa del tema?
-No hace falta que hable de la Argentina, estoy hablando de todos los sitios donde pasa. Que el poder político, digamos, acuse a la mayoría de los medios o la prensa crítica de ser pseudo medios…. Esto pasa en España. La ‘fachosfera’ lo llaman, o que promueven bulos, no es aceptable. El linchamiento no cabe en el liberalismo ni cabe en la democracia el linchamiento de nadie, ni de periodistas ni de discrepantes. La criminalización de la discrepancia, del que piensa distinto, el no aceptar el disenso. La democracia es disenso y el liberalismo es particularmente disenso, y lo promueve como método. Hago una reflexión y no estoy hablando de Argentina. No vengo aquí a dar lecciones de lo que yo estoy viendo también en nuestros contextos, pero, ¿por qué celebramos en los nuestros lo que condenamos en los ajenos? Aceptamos en los afines lo que condenamos los ajenos.
-Los ataques a periodistas. Si cuando un adversario político ataca la prensa lo condenamos, y nos parece muy mal. Pero si lo hace uno de los nuestros buscamos contorsiones para justificarlo. No puede ser. O los aranceles en el caso de Trump. Muchos amigos liberales han acabado defendiendo los aranceles, haciendo contorsiones para defender los aranceles, cuando son medidas puramente proteccionistas y nacionalistas y muy poco liberales. Es decir, intentemos mantener una visión lo más objetiva y limpia, una mirada lo más objetiva y limpia posible. No justifiquemos conductas porque son de los nuestros.
Ante la consulta de qué piensa de la candidatura de Cristina Kirchner a diputada en la provincia de Buenos Aires, la considera un “deja vu tétrico”. Luego se define a sí misma como una “guerrera y una defensora” de “batalla cultural” en la “confrontación con la izquierda”, y sus “marcos mentales y culturales.
“Cristina Kirchner representa una etapa muy oscura de la Argentina de corrupción masiva, de destrucción institucional, de apertura de la grieta, en fin, de todo lo que Argentina no tiene que ser de un país en colapso”, afirmó.
De ahí que nuevamente vuelve a un mensaje a Milei que señala “heredó un país quebrado, colapsado” y que, “saliendo del colapso” lo que quieren ver “es la gran reconstrucción argentina que afecta la política también.” Y que ahora saliendo del colapso, quiere ver la reconstrucción de la Argentina.
-¿Qué le parece la relación de Milei con Vox?
-Respeto profundamente y solo espero que el presidente de la Argentina pueda ampliar también sus amistades en España. Yo creo que es importante para Argentina y para las relaciones entre España y Argentina. Todos los que tenemos un pie a ambos lados, pero estamos en España, los españoles, queremos fortalecer la relación con Argentina y, por tanto, con su presidente. Hay enormes intereses comunes y un futuro brillante por construir y por fortalecer, sin lugar a dudas.
-¿Y qué piensa en ese sentido del avance en Europa de la extrema derecha? Usted habla siempre de los dos extremos, de la extrema izquierda y la extrema derecha.
-Empiezo por lo cercano mío y nos ponemos a hablar del otro. No sé, en el caso de España tenemos el problema, la extrema izquierda. En el caso de España, la gran amenaza que tenemos al orden constitucional y democrático viene de la izquierda a la izquierda, que es el Partido Socialista, que se ha extremado en sus posiciones, pero que es el envoltorio que sigue siendo un partido presuntamente socialdemócrata, pero en la realidad muy radical en sus postulados. España está en un proceso de mutación, de democracia plena a democracia fallida. Un proceso que no tenemos un gobierno que es incapaz de gobernar, de legislar. No tenemos presupuestos, pero es un proyecto de poder a largo plazo para liquidar la alternancia política. Y en el altar de ese objetivo de liquidar la alternancia política se está sacrificando todo en España, el orden constitucional, la democracia, la igualdad ante la ley, la convivencia, la cordialidad, etcétera. Pedro Sánchez, Burro de Troya, de manual de la democracia burda dentro de la democracia de manual. Aplicando además el manual, que es verdad que a veces es de izquierdas y a veces de derechas.
Alvarez de Toledo habla de un país, España, que -en su opinión- está en un “proceso de destrucción institucional acelerada”, y que ello está pasando en “muchos países donde las instituciones están siendo erosionadas” en nombre de “objetivos mayores” y “sin pasar” por las instituciones necesarias. Por eso considera esencial para el poder de turno “respetar la libertad de prensa de los periodistas, aceptar la crítica y el disenso, aceptar los procedimientos democráticos del Congreso. Aceptar que tienes que negociar dentro del Congreso”. Muy crítica del gobierno de Pedro Sánchez, advierte: “En el caso de España, hay un ataque muy fuerte del Poder Ejecutivo contra el Poder Judicial”.