El estadio Camping World, ubicado en Orlando, Florida, es uno de esos escenarios que respiran historia. Nacido en 1936 y transformado por completo en 2014 tras una renovación que costó alrededor de 200 millones de dólares, cambió varias veces de nombre a lo largo de los años y hoy brilla con capacidad para 65.000 espectadores. Recibió cinco partidos del Mundial de 1994, tres de la Copa América Centenario y ahora volverá a la escena como una de las sedes del Mundial de Clubes con un encuentro de lujo que es el que disputarán el 26 de junio Juventus y Manchester City por la última fecha del grupo G.
Este recinto combina el peso de la tradición con las comodidades de la modernidad. Conserva la mística de sus primeros días, pero se viste con la tecnología y el confort que demanda el siglo XXI. Sus tribunas fueron rediseñadas con precisión milimétrica para garantizar una vista privilegiada desde cada rincón. La estructura, reforzada y modernizada, está preparada para recibir multitudes sin perder comodidad ni seguridad. Y los accesos también fueron remodelados, transformando la experiencia del público.
Cuenta con un sistema de sonido envolvente de última generación, iluminación LED inteligente y pantallas gigantes de alta definición que permiten seguir el juego al detalle desde cualquier rincón. Además, está equipado con Wi-Fi de alta velocidad, accesos digitales y espacios premium que lo ubican a la altura de los grandes escenarios del deporte mundial. Su infraestructura moderna y su ubicación estratégica, a minutos del centro de Orlando, lo consolidan como un punto clave en el mapa de los grandes estadios de Estados Unidos.
Orlando, que también cuenta con el Inter&Co Stadium, será una de las plazas clave del Mundial de Clubes, aportando sol, color y un ambiente familiar a un torneo que busca instalarse como el nuevo gran evento global del calendario.
Pero el Camping World es mucho más que fútbol. Allí se vivió la magia del Pro Bowl de la NFL y también se encendieron luces para shows de estrellas como The Rolling Stones, Elton John y Beyoncé. Es un estadio sin equipo fijo, pero con una agenda cargada de emociones. Moderno, versátil y cargado de historia, representa el alma deportiva de una ciudad que no para de reinventarse.