Como parte del proceso de renovación que está realizando Lionel Scaloni, Nicolás Paz y Giuliano Simeone fueron titulares el jueves en el partido que la Selección Argentina le ganó 1 a 0 a Chile en Santiago por la 15ª fecha de la clasificación de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) para el Mundial que se disputará el año próximo en Canadá, México y Estados Unidos. De esa manera, los dos jóvenes repitieron una situación que sus padres, Pablo Paz y Diego Simeone, experimentaron una docena de veces.
Nicolás, quien debutó con la camiseta albiceleste en octubre pasado en una goleada 6 a 0 sobre Bolivia en el Monumental, y Giuliano, quien lo hizo un mes después en un triunfo 1 a 0 sobre Perú en la Bombonera, compartieron el terreno por primera vez en un partido del combinado nacional el jueves en el Estadio Nacional de Santiago. Fue durante 56 minutos, hasta que el jugador del Como italiano fue reemplazado por Lionel Messi (27 minutos después, el hombre del Atlético de Madrid fue sustituido por Juan Foyth).
Sus padres, Pablo y Diego, compartieron 12 partidos en el seleccionado entre 1996 y 1998, durante el período en que Daniel Passarella fue el entrenador. En ocho encuentros, ambos fueron titulares; en tres, Paz ingresó desde el banco; en el restante, fue Simeone el que entró como relevo. Totalizaron 757 minutos juntos en el campo.
El primer encuentro juntos fue el 7 de julio de 1996 en el Estadio Nacional de Lima, donde Argentina igualó 0 a 0 con Perú por la tercera fecha de la clasificación para el Mundial de Francia 1998. Ese día, el combinado nacional jugó con 10 hombres durante 60 minutos por la expulsión de Abel Balbo y rescató un punto gracias a una actuación descomunal de Germán Burgos.
Ante los peruanos, Simeone fue titular. Paz, que una semana antes había quedado libre de Banfield y un mes más tarde firmaría contrato con el Tenerife español, entró por Claudio Paul Caniggia a los 28 minutos del segundo tiempo y tuvo una chance de anotar, aunque no alcanzó a conectar de cabeza un centro de Ariel Ortega. “Argentina ya no tenía posibilidades de ganar y, en esas circunstancias, es preferible no perder. Y Paz casi sorprende en esa pelota que le puso Ortega”, explicó Passarella cuando le consultaron por el ingreso del zaguero por Caniggia.
Tras ello, Simeone y Paz compartieron otros siete encuentros de la clasificación mundialista, en los que Argentina registró cinco victorias y dos empates, y tres amistosos preparatorios para la Copa del Mundo, con victorias ante Bosnia y Herzegovina (en Córdoba), Chile (en Mendoza) y Sudáfrica (en Buenos Aires).
El último partido compartido fue en el Mundial de Francia. El 26 de junio de 1998, Argentina derrotó 1 a 0 a Croacia con un gol de Mauricio Pineda en el Stade du Parc Lescure de Burdeos por la última fecha del grupo H y de esa manera se aseguró el primer puesto en la zona. Ese día, Passarella incluyó como titular a Paz en el lugar que venía ocupando José Chamot, quien había sido amonestado en el encuentro anterior, frente a Jamaica, y corría riesgo de ser suspendido si recibía otra tarjeta amarilla ante los balcánicos. Simeone le dejó su lugar a Pineda, aunque luego ingresó a los 22 minutos del segundo tiempo por Javier Zanetti.
Esos 23 minutos finales fueron los últimos en que cohabitaron en el campo los dos jugadores, ya que tanto en los octavos de final, frente a Inglaterra, como en los cuartos, contra Holanda, Simeone recuperó la titularidad, pero también lo hizo Chamot, por lo que Paz regresó al banco y no sumó minutos en esos dos duelos. La derrota ante los holandeses marcó el fin del ciclo de Passarella en el seleccionado y también el de Paz.
Ahora les toca a sus hijos ser compañeros en el combinado nacional. Para Giuliano, esto no es una novedad, puesto que ya había compartido labor con Alexis Mac Allister, hijo de otro compañero de su padre en el seleccionado, Carlos Javier Mac Allister. La primera vez fue en el día del debut del menor de los Simeone, frente a Perú en la Bombonera en noviembre. Luego repitieron en los dos partidos de la clasificación mundialista en marzo, ante Uruguay en Montevideo y contra Brasil en el Monumental.
Sus padres coincidieron solo durante 90 minutos y fue en una jornada de alivio para el seleccionado argentino: ambos fueron titulares el 17 de noviembre de 1993, cuando el conjunto dirigido por Alfio Basile derrotó 1 a 0 a Australia en el Monumental con un gol de Gabriel Batistuta en el desquite del repechaje para el Mundial de Estados Unidos y así consiguió su clasificación a ese certamen (17 días antes habían igualado 1 a 1 en Sídney y Simeone no había jugado por estar suspendido).
Los Simeone, los Paz y los Mac Allister son tres de las ocho familias que cuentan con padres e hijos que representaron al seleccionado argentino (en el primer caso, también lo hizo Giovanni, el vástago mayor del Cholo). Las otras fueron los De la Mata (ambos se llamaban Vicente), los Galletti (Rubén y Luciano), los Perotti (Hugo y Diego), los Solari (Eduardo y Santiago) y los Verón (Juan Ramón y Juan Sebastián).