El título de la serie documental habla por si mismo: Jeffrey Epstein: Asquerosamente rico. Son cuatro episodios llenos de revelaciones, de una hora cada uno, disponibles en Netflix. Aunque se estrenó en 2020, vuelve a ser vista por miles de usuarios en la plataforma de streaming, que intentan comprender de qué acusa Elon Musk a Donald Trump, en medio de un desacuerdo público que se convirtió en una pelea explosiva en las redes sociales.
“La verdad saldrá a la luz”, pronosticó Musk en el mensaje que publicó -y luego borró- en la red social X, donde aseguró que Trump estaba en la “lista de contactos frecuentes” del multimillonario que fue acusado de liderar una red de tráfico sexual de menores de edad, que funcionaba principalmente en las altísimas esferas de Estados Unidos.
Lo cierto es que el caso Epstein ya había salido de la profunda oscuridad hace varios años, y las atrocidades más difíciles de digerir para cualquier ser humano, ya habían sido mostradas al mundo en los cuatro capítulos de la docuserie de Netflix.

Una inmensa fortuna económica, estimada en más de 630 millones de dólares, pero una pobreza y decadencia aún más gigante en su vida personal. Mansiones con fachadas imponentes e impolutas, pero el peor de los desastres entre penumbras en su interior. La inocencia de la niñez arrancada por un monstruo que saciaba sus perversiones y lo consideraba un mero “intercambio comercial”.
Los contrapuntos son la clave para entender quién fue Epstein, y el motivo por el que el documental rompió récords en la plataforma cuando se lanzó.
Jeffrey Epstein, asquerosamente rico: qué muestra la serie documental Netflix
Estos explosivos cuatro episodios arribaron a Netflix el 27 de mayo de 2020, cuando la mayoría de las poblaciones del mundo estaban en sus casas, recluidos en medio de la cuarentena por la pandemia de coronavirus. Inmediatamente fue vista por millones de personas, pero antes de este estreno en Estados Unidos ya conocían muy bien la historia de Epstein.

La forma de plasmar la historia se basa en un libro publicado en 2019, del famoso novelista de policiales James Patterson, Asquerosamente rico: La impactante historia real de Jeffrey Epstein, el escándalo sexual del multimillonario.
Patterson fue uno de los productores de la serie, y Joe Berlinger, candidato al Oscar por uno de sus documentales en 2012, fue el otro productor. Dirigido por una mujer, la cineasta Lisa Bryant, quien empezó a entrevistar a las víctimas ocho meses antes del arresto de Epstein, en julio de 2019.

Jeffrey era una especie de “caballero misterioso”, un hombre con propiedades extremadamente caras en Nueva York, en París, en las Islas Vírgenes, en Florida, que se trasladaba en sus jets privados de un lugar al otro y siempre estaba en todas las fiestas de las élites.
Se dedicaba a las finanzas, pero nadie sabía exactamente cuál era su trabajo. Las revistas lo describían como “uno de los hombres mejor conectados del país”, pero los orígenes de su repentina fortuna eran más que llamativos.
La carrera de Epstein comenzó en 1970, cuando consiguió un trabajo como profesor de matemáticas en una prestigiosa escuela privada en Manhattan. Conoció a Alan Ace Greenberg, en aquel entonces jefe de la firma de inversión Bear Stearns, gracias a que le daba clases particulares a su hijo. Él le consiguió un trabajo en Stearns, y una década después Epstein renunció para fundar su propia firma de asesoría financiera.

Enseguida se convirtió en un multimillonario de Wall Street, que se codeaba con el poder. ¿Cómo hizo su fortuna? Organizó un esquema piramidal: le pagaba entre 200 y 300 dólares a adolescentes que reclutaban a otras chicas, en general menores de edad, para que le dieran masajes. Una vez en la camilla, abusaba sexualmente de ellas.
Esa fachada de éxito y lujo se cayó en 2005, cuando el departamento de policía de Palm Beach en Florida empezó a investigarlo. Una mujer denunció que su hijastra de 14 años había sido llevada a la mansión de Epstein por otra chica y que allí había recibido una oferta de 300 dólares para desnudarse y dar masajes al magnate.
Enseguida se destaparon cientos de casos similares. A partir de ahí, el FBI identificó más de 30 potenciales víctimas, la mayoría de entre 13 y 16 años. Los abogados del magnate y el entonces fiscal Alex Acosta, acordaron que Epstein enfrentara una sentencia inusualmente leve por cargos de prostitución estatal: pasó 13 meses durmiendo en la cárcel, pero se le permitía salir todos los días para atender “sus negocios”.

El oscuro avión “Lolita Exprés” de Jeffrey Epstein
El documental destapa también la cantidad de investigaciones y artículos que fueron silenciados por las amenazas de Epstein y los favores que se dispensaban entre las élites.
El arresto de Epstein sacudió las entrañas de la sociedad neoyorquina, porque solía tener trato con personalidades como Bill Clinton, el príncipe Andrés del Reino Unido, Woody Allen, Alec Baldwin, científicos como Stephen Hawking.

En una de las 2.000 páginas de documentos judiciales publicados se indica que llevaba a las chicas hasta su isla privada en el Caribe en un avión llamado “Lolita Express”.
Después de que Epstein cumplió su “condena”, se dedicó a lavar su imagen. En 2010, pocos meses después de salir de la cárcel, almorzaba en su casa de Manhattan con las estrellas televisivas Katie Couric y George Stephanopulos.
Era muy amigo de Peggy Siegal, una afamada relacionista pública, que lo enlazaba con estrellas de Hollywood y altísimas esferas. Mientras tanto, Epstein se dedicaba a hacer donaciones por 10 millones de dólares a instituciones como Harvard.
En 2011 fue fotografiado en una “cena de multimillonarios” junto a Jeff Bezos y Elon Musk. Es decir que Musk también conoció personalmente a Epstein, y tres años después, el fotógrafo Kevin Mazur, capturó una imagen que suele viralizarse seguido: Musk y Ghislaine Maxwell, quien era pareja y socia de Epstein.

Maxwell posó sonriente junto a Musk en la fiesta de los Oscar de Vanity Fair el 2 de marzo de 2014. Actualmente la ex novia de Epstein cumple una condena de 20 años de prisión, después de que los jueces de Manhattan confirmaran sus cinco condenas por tráfico sexual.
La acusación de Anonymous contra Donald Trump, antes de “la bomba” de Elon Musk
Días antes del estreno de esta serie documental, el grupo internacional de ciberactivistas Anonymous había sorprendido al mundo con un fuerte mensaje en Twitter. “Hiciste matar a Jeffrey Epstein para encubrir tu historia de tráfico de niños y violación“, junto a un link de otro tuit que el grupo había publicado en 2019, en el que aparecía un archivo llamado “El pequeño libro negro de Jeffrey Epstein“, con una lista de nombres vinculados a Epstein. El destinatario era nada más y nada menos que: Donald Trump, el presidente de Estados Unidos.
En su momento ya se había mencionado a Trump, estrechamente relacionado con Epstein, por su presencia en varias de las famosas “fiestas” del multimillonario en Mar-a-lago, y porque ambos vivían a apenas un kilómetro y medio de distancia en Florida.
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El video de Donald Trump con Jeffrey Epstein en una de las famosas “fiestas” del millonario
En febrero de 2025 el Departamento de Justicia de los Estados Unidos hizo público el primer volumen de archivos desclasificados del caso. Trump había hablado al respecto años atrás, y cuando le preguntaron por todas las pruebas fotográficas y los registros de sus vuelos privados, había confirmado que conoció a Epstein, a quien definió como “un tipo estupendo”, en diálogo con New York Magazine en 2002.
“Es muy divertido estar con él. Incluso se dice que le gustan las mujeres hermosas tan tanto como a mí, y muchas de ellas son jóvenes. Sin duda, Jeffrey disfruta de su vida social”, había dicho Trump en ese entonces, declaraciones que ahora resuenan nuevamente y son cuestionadas por los usuarios.

Aunque el actual primer mandatario norteamericano admitió que se movía en los mismos círculos sociales, negó haber visitado la isla privada en las Islas Vírgenes.
El 10 de agosto de 2019 Jeffrey Epstein fue encontrado muerto en una cárcel federal en Manhattan, justo antes de que pudiera ser juzgado. Tenía 66 años. La versión oficial de la policía fue que el empresario se ahorcó en su celda, pero el misterio todavía rodea esta inquietante historia real, que resurge a raíz del conflicto entre Musk y Trump.