Con un nivel de ausentismo récord, que apenas superó el 57% y en medio de un lento escrutinio, La Libertad Avanza, que compitió por primera vez en las elecciones provinciales de Misiones, se convirtió este domingo en la segunda fuerza política más elegida, detrás del oficialista Frente Renovador de la Concordia, que se imponía en los comicios pero con un resultado más ajustado que el esperado.
Pasada la medianoche, escrutado el 91,5% de las mesas, el Frente Renovador, el espacio político que conduce con mano firme el cacique local Carlos Rovira, cosechaba el 28,4% de los votos, una ventaja de menos de 8 puntos sobre la lista oficial de La Libertad Avanza (LLA) auspiciada por Javier y Karina Milei que llegaba a 21,8% de los sufragios.
La sorpresa de los comicios era el tercer lugar que conseguía el Frente por la Vida y los Valores, que postuló al dirigente Ramón Amarilla, quien está detenido desde septiembre pasado en la cárcel de Cerro Azul, con una acusación de “sedición”. Amarilla sumaba el 19,17% de las adhesiones y superaba a la única fuerza provincial que se referencia en el kirchnerismo, el Partido Agrario y Social, con reunía el 9,1% de los votos.
El radicalismo, que fue dividido, junto al PRO y la Coalición Cívica en el Frente Unidos por el Futuro quedó en el sexto lugar, con poco más del 5% de los votos, muy lejos del 25,8% logrado hace cuatro años con el sello de Juntos por el Cambio.
Pese a que la difusión de los resultados provisorios fue muy lenta, la cúpula del Frente Renovador salió a festejar la victoria. Rovira hizo un “llamamiento a todo el arco político de la provincia. Porque a los misioneros nos importa nuestra provincia, y nos proyectamos como una vanguardia con talentos jóvenes, con inteligencia joven al servicio de este proyecto amplio y convocante”, afirmó.
Con algunos liberales en la lista de candidatos, Rovira defendió esa decisión. “Tenemos jóvenes con pensamiento liberal, peronista, radical, independiente. Esto no lo van a encontrar en ningún otro lugar del país. Por eso, por mandato popular, por decisión del soberano en democracia, somos el verdadero poder”.
Rovira participó de una conferencia de prensa junto al gobernador Hugo Passlacqua, el presidente de la Legislatura, Oscar Herrera Ahuad; el vicegobernador, Lucas Romero Spinelli, y el intendente de Posadas, Leonardo Stelatto.
En el bunker de LLA, en Posadas, todo era felicidad pero también cautela. Diego Hartfield y Adrián Núñez, los candidatos de la fuerza, destacaron que “nos enfrentamos a una estructura que gobierna la provincia hace más de dos décadas. Estamos cargando nosotros los datos porque el sistema no ha funcionado como corresponde, y nuestro conteo interno indica otros números. Nuestros números son muy competitivos en toda la provincia, estamos peleando mano a mano con la Renovación”.
En ese sentido, indicaron que “seguimos recibiendo con optimismo y responsabilidad los datos que llegan desde cada municipio. El respaldo popular demuestra que el mensaje de la libertad está creciendo con fuerza en Misiones y en todo el país”.
Los primeros resultados oficiales indicaban que las tres expresiones políticas libertarias cosecharon más votos que el oficialismo provincial. LLA, Por la Vida y los Valores y el Partido Libertario sumaban el 45,2% del total de los sufragios cuando se llevaban escrutadas casi la mitad de las mesas.
En una jornada marcada por la apatía del electorado, la participación se ubicaba en torno al 57% del padrón y fue la peor en la historia electoral desde el retorno de la democracia. A media tarde todo indicaba que la asistencia iba a ser catastróficamente baja, ya que a tres horas del cierre había sufragado menos del 40% de los 1.002.188 electores habilitados.
El oficialismo provincial mantiene un fluído vínculo con la Casa Rosada y en varias oportunidades Rovira, el líder del Frente Renovador, ordenó a sus diputados que acompañen iniciativas cuando a los libertarios no le cerraban los números en el Congreso. El último golpe de escena lo dio con el caso del proyecto de “Ficha limpia”, cuando pidió a los senadores Carlos Arce y Sonia Rojas Decut que no acompañen la iniciativa, pese a que ya se habían manifestado públicamente a favor. Los votos de los misioneros fueron clave para el rechazo del proyecto que le cerraba el camino a la posibilidad de una nueva candidatura de la ex presidenta Cristina Kirchner.
En Misiones los libertarios compitieron con tres listas, pero sólo el sello de La Libertad Avanza (LLA) contaba con apoyo desde la Casa Rosada. En el tramo final de la campaña, desembarcaron en la provincia Karina Milei junto al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem; y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, para mostrarse junto al ex tenista Diego Hartfield, que encabezó la lista.
Una situación atípica se vivió en estas elecciones porque uno de los candidatos está preso desde septiembre del año pasado. Se trata de Amarilla, quien está procesado por un supuesto intento de sedición. Amarilla accedió a la Legislatura sin hacer campaña y sólo pudo dar a conocer unas pocas cartas con duros cuestionamientos al Gobierno Nacional.
Amarilla, que fue uno de los voceros de los policías que se acuartelaron el año pasado durante once días en reclamo de mejoras salariales, encabezó la lista de diputados provinciales del partido Por la Vida y los Valores, cuyos referentes se manifiestan abiertamente libertarios.
La tercera vertiente libertaria fue encabezada por el “radical con peluca” Martín Arjol. El actual diputado nacional por la UCR pegó el portazo en el centenario partido y corrió con la boleta del Partido Libertario de Misiones, y desde el 10 de diciembre bajará desde el Congreso a la Legislatura provincial, donde ocupará una banca.
En Misiones se vivió un proceso electoral marcado por resoluciones que generaron mucho ruido. El fiscal con competencia electoral y primo del gobernador Hugo Passalacqua pidió la impugnación de la candidatura de Amarilla porque está procesado en una causa por un supuesto intento de sedición. La presentación de Flavio Morchio fue rechazada por el Tribunal.
La maniobra de Flavio Morchio buscaba sacar de carrera a un candidato incómodo para el oficialismo y que podía aglutinar el voto bronca de los empleados públicos con sueldos que no logran recuperar capacidad de compra.
Un nuevo golpe de escena estuvo a cargo de los jueces electorales. Cristian Marcelo Benítez, Gregorio Busse y Andrés Poujade decidieron aplicar un inciso de la Constitución provincial que prohíbe votar a integrantes de fuerzas de seguridad y armadas, pese a que ya fue declarado inconstitucional por el Superior Tribunal de Justicia de Misiones.
Esa jugada, que sacaba de carrera a unos 25.000 electores, generó tal escándalo que el propio oficialismo pidió que se diera marcha atrás. Finalmente todos fueron habilitados a participar.
Un dato relevante de la jornada fue la apatía del electorado. Según datos estadísticos del Tribunal Electoral de la provincia, fue la elección con menor participación, ya que acudió a las urnas apenas el 57,49% de los 1.002.188 electores habilitados. En las legislativas de 2021 ya se había registrado una baja asistencia, con el 59,5% del padrón, en un distrito donde la participación casi siempre estuvo por encima del 70%.
La asistencia de los electores estuvo por encima de la que se dio en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (53,3%), Chaco (52,1%) y Santa Fe (55%), pero quedó por debajo de Jujuy, San Luis y Salta.
Pese a que sólo diez municipios de Misiones elegían concejales con el sistema de sublemas, la carga de datos en la página oficial del escrutinio se demoró más de lo habitual. En los días previos se había comunicado que los primeros datos serían publicados a partir de las 21.00, pero eso no sucedió y no hubo explicaciones. Los primeros números recién aparecieron en la pantalla unos minutos antes de las 22.00, sin que se actualizara en los minutos siguientes, como suele ocurrir.