Carlos Alcaraz quiere hacer las cosas a su manera. Lo repite cada vez que le consultan sobre su particular forma de encarar su carrera, con el disfrute como principal prioridad. Y qué mejor momento para disfrutar que después de haber conquistado uno de los trofeos más codiciados del tenis. El español se coronó el domingo campeón de Roland Garros por segunda temporada consecutiva al vencer en una histórica y épica final a Jannik Sinner y, con la Copa de los Mosqueteros en su poder, desató los festejos, que arrancaron sobre el polvo de ladrillo del Philippe Chatrier, siguieron en un restaurante italiano en el corazón de París y continuarán durante varios días en una conocida isla mediterránea, donde se tomará unas merecidas mini vacaciones antes de volver al ruedo en el circuito.
Carlitos selló cerca de las 21 de Francia la victoria por 4-6, 6-7 (4-7), 6-4, 7-6 (7-3) y 7-6 (10-2) luego de cinco horas y 29 minutos de juego, en la que se convirtió en la final más larga de la historia de este Major y la segunda más extensa de un Grand Slam, tras la de Australia 2012 entre Djokovic y Nadal. Pero pasaron varias horas más antes de que abandonara el club de Bois de Boulogne.
Después de la ceremonia de premiación, llegaron las primeras celebraciones, con su familia en la cancha -posó para las cámaras con sus padres Carlos y Virginia y dos de sus hermanos, Sergio y Álvaro– y junto a los ball kids. Y luego, los compromisos con la prensa, sobre todo la española, que lo hizo abrir el corazón.

Carlos Alcaraz festeja su triunfo en Roland Garros
“Nunca lo vi perdido. Aunque hayamos enfrentado match points en contra, creo que la principal razón por la que pude darlo vuelta al final es porque nunca lo dimos por perdido. En todo momento creímos que podíamos darlo vuelta, remontar y esa ha sido la clave”, aseguró en charla con “Carrusel Deportivo” de Cadena Ser al hablar de su triunfo, que, curiosamente, no lo dejó acercarse a Sinner en la clasificación mundial.
Es que mientras el italiano sumó 500 puntos porque mejoró su actuación de 2024, cuando había perdido en semis; él no alimentó su ranking ya que repitió el resultado de la pasada edición.

“En los match points en contra, pensaba en salvar ese juego como fuera. En ir punto a punto. Sabíamos que si salvábamos ese juego teníamos muchas chances de seguir vivos en el partido”, reflexionó en una nota con el programa radial “El partidazo de COPE”.
“No éramos conscientes de que estábamos haciendo historia. No nos da tiempo a pensar en eso. En partidos como este, en el que todos los puntos cuentan, todos son importantes, no tenés tiempo de pensar más allá que en el próximo punto”, agregó.
Y no se animó a poner esa final entre las mejores de la historia en torneos “grandes”.
“Hay finales que yo no viví. La de Wimbledon 2008, la de Rafa y Djokovic en Australia 2012, la de Borg y McEnroe. No las viví pero sé que son historia del tenis y del deporte. No sé si esta final está a la altura de ellas. Ese debate lo dejo para otros. Yo estoy muy contento de haber puesto nuestro nombre en la historia de Roland Garros y los Grand Slams”, afirmó.
Today’s roller-coaster final is our Extraordinary Moment by @HaierOfficial 🎢#RolandGarros pic.twitter.com/5Af9R71449
— Roland-Garros (@rolandgarros) June 8, 2025
Y agregó: “Hubo algunos momentos del partido en los que el nivel era una locura. A veces pensaba ‘¿Qué puedo hacer?’. Estaba pegando golpes increíbles. El nivel era muy, muy alto. Disfruto jugando a un nivel tan alto contra Jannik, teniendo esa batalla. Fue genial. Pensé que la gente también estaba disfrutando. Sinceramente, sí, lo pensé, a veces era irreal”.
“Tengo que darme cuenta de que lo he hecho. Creo que ese es el primer paso. La coincidencia de ganar mi quinto Grand Slam a la misma edad que Nadal es el destino, supongo. Es una estadística que me voy a guardar para siempre, ganar el quinto Grand Slam al mismo tiempo que Rafa, mi ídolo, mi inspiración. Es un gran honor”, comentó.
Alcaraz había conquistado ya los títulos del US Open en 2022 y Wimbledon en 2023 y festejado también el año pasado en este torneo y en el All England. Ante Sinner, sumó el quinto “grande”, con 22 años, un mes y tres días. Nadal había llegado a esa cifra en Wimbledon 2008 y a exactamente la misma edad.
“Esperemos que no se quede ahí. Ojalá que siga sumando, que no nos estanquemos ahí, pero es increíble poder conquistar mi quinto Grand Slam“, afirmó. “Siento orgullo por cómo se han dado las cosas, por cómo hemos afrontado los momentos, por cómo hemos jugado, lidiado con la presión, con los nervios”.
😓 La desilusión de Carlos Alcaraz por la derrota de España en la Nations League
❌ ¿Tanda de penaltis?
📻 #PartidazoCOPE pic.twitter.com/jPjhEmk2pH
— El Partidazo de COPE (@partidazocope) June 8, 2025
No todo fue alegría para Carlitos en los minutos posteriores a su triunfo. Antes de una de esas notas, preguntó cómo le había ido a España en la final de la Nations League de fútbol. Y al enterarse de la derrota por penales ante Portugal, la sonrisa se le borró. “No tío. Pu… madre. Joder”, tiró, dolido, agarrándose la cabeza.
Completados el protocolo habitual que siguen los campeones y terminada una improvisada sesión de fotos en el club, a pedido del propio Alcaraz, el español pudo enfocarse en lo que él quería: disfrutar. “Ahora es el momento”, anticipó al despedirse de Roland Garros hasta el próximo año.
Sienna, el mismo restaurante donde había celebrado el año pasado su primer título en París, fue escenario de la fiesta del murciano y su gente, en la que hubo mucha comida, mucho champagne y hasta bengalas. Carlitos comió, bebió y bailó hasta casi las tres de la madrugada.
Carlos Alcaraz annual Roland-Garros celebration! 🥳🏆
🎥 boulgates/IG pic.twitter.com/y9SclKBjet
— Bastien Fachan (@BastienFachan) June 9, 2025
Y este lunes, en lugar de hacer la tradicional sesión de fotos del campeón, que este año iba a ser en la Plaza de la Concordia, no frente a la Torre Eiffel, partió bien temprano rumbo a Ibiza, con una breve escala en Madrid. En esa isla del Mediterráneo, que se transformó en su lugar preferido para escaparse de la vorágine del circuito, pasará varios días disfrutando con amigos, descansando y recuperando energía para lo que se viene, la gira de césped con Queen’s y Wimbledon.
Después de la final que jugó -y ganó- sobre el polvo de ladrillo de Bois de Boulogne, se lo merece.