El punk neoyorquino que homenajean Bruce Springsteen y Green Day y se atiende con médicos argentinos porque sólo aquí le dieron esperanza


Probablemente esta sea una de las historias más conmovedoras que tiene como protagonista a un músico de rock. O quizás un testimonio de vida para tomar nota de manera seria: lo suyo se traduce en el amor por la vida y una incansable lucha para volver a ponerse de pie, literalmente, tras un derrame cerebral espinal, con pronósticos negativos y desalentadores de parte de los médicos que lo atendieron en primera instancia.

Sin embargo, Jesse Malin (57), a esta altura ya transformado en “leyenda viviente” del rock y punk neoyorquino, no se quedó con los brazos cruzados y decidió luchar a capa y espada para recuperarse de los daños provocados por ese fatídico ACV que lo dejó postrado y que le sucedió mientras cenaba en un restaurante de comida italiana en mayo de 2023.

Fue así como investigó y gracias a la colaboración de uno de sus amigos dio con un tratamiento de medicina alternativa aquí, en la Ciudad de Buenos Aires, donde se hospeda desde hace un tiempo. Y donde también volvió a levantarse de una cama, en principio, con la ayuda de un andador. Porque para él nunca estuvo todo perdido, nunca tiró la toalla.

Su romance con tierras porteñas lo llevó a grabar una canción titulada Argentina (que incluye un videoclip con imágenes de San Telmo, La Boca, Almagro, entre tantos barrios), en honor a donde hoy da pelea para volver a recuperar la rutina de vida que llevaba antes o, aunque sea, lo más parecido posible.Pero, por lo pronto, su tratamiento en la clínica ACIDTA (Asociación Civil de Investigación y Desarrollo de Terapias Avanzadas) está resultando eficaz.

Más allá de lo que le toca afrontar, importa en demasía que continúe componiendo canciones y que esa llama suya no se apague jamás.

Pues esa magia personal, a su vez, es un gran motivo por el cual tantos colegas de renombres, tales como Bruce Springsteen, Billie Joe Armstrong (de Green Fay), Jack Antonoff, Susanna Hoffs, Lucinda Williams y Elvis Costello, lo tienen como gran referente.

Jesse Malin escribió una canción para nuestro país y la coronó con un videoclip que muestra lugares del país y su gente. Foto: Martín BonettoJesse Malin escribió una canción para nuestro país y la coronó con un videoclip que muestra lugares del país y su gente. Foto: Martín Bonetto

A tal punto que, junto a otros músicos de renombre, colaboraron con él económicamente a través de un álbum tributo titulado Silver Patron Saints, que apareció en septiembre de 2024, incluyendo versiones propias de grandes canciones de este astro que nunca fue famoso, pero sí reconocido y aplaudido por propios y ajenos.

Todo lo recaudado de esta obra, al igual que el dinero aportado por sus simpatizantes, se destinó para afrontar los gastos de su cura, aquí en Buenos Aires.

Es que Malin no sólo es respetado y admirado como referente del punk y el hardcore, sino también es catalogado como un trovador rebelde y callejero, que despliega su propio carácter al colgarse una guitarra y una armónica para difundir folk y rock de la escuela de Bob Dylan o los Rolling Stones, en su primera época.

Jesse valora ese gesto. Y eso lo deja bien en claro en el hotel que se aloja, en el barrio de Recoleta.

Jesse Malin, cantando en vivo unos años atrás. Foto: Ehud LazinJesse Malin, cantando en vivo unos años atrás. Foto: Ehud Lazin

“Siempre supe que la comunidad musical realmente se une para las personas en necesidad. Cada año hacemos beneficios para el Mal de Parkinson, la demencia, el cáncer, el feminismo y contra el racismo. Luchamos contra todas las malas cosas del mundo e intentamos encontrar soluciones. Sé que hay buenas personas en el mundo. Pero esto que vi, esta situación para mí, me sorprendió. Esto realmente tocó mi corazón más allá de mi imaginación”, remarca con cierto halo de emoción en el tono de su voz.

Lo llamativo y menos pensado es que a una persona sana le toque atravesar por esta situación de salud, pues este cantante estadounidense nunca llevó su vida en torno al agite de la noche y los vicios espesos. Ante lo inexplicable, él se encarga de describir cómo era su vida, con lujo de detalles:

“Nunca pensé que esto pasaría. Soy un corredor, corrí maratones, dieta vegetariana, sin drogas, sin cigarrillos, solo rock & rol y tequila. Estaba en buen estado, tocando, y sólo sucedió. No saben por qué sucedió, no entienden por qué sucedió. Y es muy raro. Y entonces de repente estaba en un hospital en Nueva York durante tres meses. Tuve que cancelar nueve meses de trabajo, un montón de programas. Y nunca sabía si podría tocar música de nuevo”.

Pese a una perspectiva negativa, el desánimo no ganó la pulseada y su fortaleza interior se multiplicó: la música también se transformó en una razón sustancial y esperanzadora.

“Realmente no lo sabía, pero la música es la medicina. Y mis fanáticos alrededor del mundo me apoyaron y amaron. Y me encanta tocar música. Lo hago desde niño. Y luché, empujé y empujé. Cuando toqué mi primer show en Nueva York, luego de lo sucedido, en el gran Teatro Beacon, fue muy emocionante. Lloré mucho. Y me dieron ganas de ir de nuevo a Londres. Luego aquí abajo, en la Argentina. Pero por un tiempo, me ocupé de que estuviera en condiciones”, relata puntillosamente.

Personas compasivas, que buscan ayudar

En su videoclip de "Argentina", Jesse Malin se anima a mostrarse con su andador. Foto: Martín Bonetto
En su videoclip de “Argentina”, Jesse Malin se anima a mostrarse con su andador. Foto: Martín Bonetto

Claro, en pocos días se presentará por primera vez sobre un escenario argentino. Será en La Tangente (Palermo), el viernes 20 de junio, recibiendo el apoyo de músicos argentinos que lo acompañarán en el concierto.

“Siempre quise venir y tocar. Joey Ramone siempre me dijo lo excelente que fueron los shows de los Ramones aquí. Y entonces me dije: ‘Cuando termine mi próxima ronda de tratamientos, voy a agendar un show’. Y justo llegó un amigo mío, Mariano Asch, que consiguió esta fecha. Entonces empezamos a tocar con una banda argentina de tipos geniales como los Ataque 77, gente divertida. Arranqué a ensayar mis canciones cuando tenía un pequeño break de la clínica”, confía el norteamericano.

Si bien se apasiona cuando habla de música, el cantautor no pierde el faro de su estadía en el sur del continente. Y retoma el asunto de su recuperación, poniendo énfasis en este “casi milagro” de volver a pararse y con la esperanza de volver a caminar sin ayuda de un andador el día de mañana.

“Era algo nuevo, aunque uno de los médicos de aquí llevaba 30 años estudiándolo. La idea de venir a un país donde no hablo español y no puedo caminar, al principio me pareció muy aterradora, principalmente durante los primeros seis meses. Pero cuando llegué aquí a la clínica, me di cuenta de que estas son personas que luchan para encontrar curas para las cosas que la gente dice: ‘¡Oh, oh, no hay manera!’ Y estos médicos dicen: ‘No, no, vamos a probar. Vamos a hacer la investigación’, detalla con su rostro serio.

Piensa y continúa: “Son personas inteligentes, compasivas, trabajadoras y sentí una buena conexión, además de seguridad. Me presionaron bien fuerte, trabajamos muy duro. Primero, te ponen una infusión de células y luego otras cosas, hasta que no puedes ni sentir. Luego te vas a casa y duermes. Pero extrañaba mis amigos, mi familia y extraño andar por ahí, me sentí atrapado y por eso escribí esa canción, Argentina, sobre mantener la esperanza de seguir adelante, darme fuerzas y como tributo a la hermosa gente que me ayudo aquí”, resalta el vocalista.

El punk en mi forma de ser

Luego vuelve a hablar de música: su infancia, su madre, la escuela y el CBGB, donde inició su trayectoria como músico, aún en edad escolar.

Jesse Malin fue homenajeado por grandes artistas, como Bruce Springsteen, Green Day y Elvis Costello. Foto: Olivia JaffeJesse Malin fue homenajeado por grandes artistas, como Bruce Springsteen, Green Day y Elvis Costello. Foto: Olivia Jaffe

“De niño solo escuché música en la radio y en la televisión. Escuchaba Kiss, después los Ramones y después los Clash. Yo solo quería tocar y llamé a CBGB desde mi escuela, a través del teléfono pago y le pregunté: ‘¿Puedo hacer un show allí?’  Y tuvimos que auditar una noche, donde me hicieron un test, un concierto de prueba para ver cómo éramos. ¡Tenía 13 años en CBGB!  Y después grabé mi álbum para mi grupo Heart Attack, a mis14 años. De inmediato fuimos de tour a la Ciudad de México, Los Ángeles y nunca me detuve”, expresa, convencimiento mediante.

Toma aire y sigue: “Mi madre me apoyaba, incluso ella siempre quiso ser una cantante y nunca pudo. Luego encontré a otros niños que querían tocar. Juntos encontramos esta especie de música punk-rock, hardcore, que estábamos creando. Y los viajes a Chicago, Canadá. Era nuestra tribu y creamos algo que la gente podía escuchar. No había otro sentimiento, era nuestro mundo”.

-¿Cómo fue conocer a Joey Ramone? ¿Cómo era él y la relación entre ustedes?

-Cuando era un niño, lo llamaba a su casa. Conseguí su número a través de una chica de mi barrio. Le hacía preguntas. Era un niño muy amable a mis 12 años. Pero 10 años después, cuando armé la banda Degeneration, tocamos juntos. Recuerdo que él vino a mi casa y fue a vernos tocar en el club The Continental. Luego del show, me dijo que quería hablar con nosotros. También me dijo que le gustó mucho el concierto. Después empezó a aparecer más seguido en nuestros recitales.

Poco tiempo después, tocamos en un tour con los Ramones y fuimos su soporte en toda Estados Unidos. Cuando Joey se hizo solista, incluso antes de eso, nos reuníamos y tocábamos en sus cumpleaños. Íbamos a ver películas y a comprar comida japonesa. Escuchábamos discos y hablábamos sobre música. Fuimos muy amigos. Luego enfermó y yo iba a tocar la guitarra y a hacerle compañía. Fue muy triste verlo en el hospital. ¡Realmente quería vivir! ¡Él amaba tanto el rock and roll!

Enumerar a todos los músicos con los que trabó amistad y que de pronto se transformaron en admiradores suyo llevaría muchísimo tiempo. Pero cabe mencionar a dos de envergadura, que incluso hacen mención de Jesse cuando la prensa les pregunta sobre qué músico admiran: Bruce Springsteen y Billy Joe, cantante y guitarrista de Green Day.

Sobre Springsteen revela lo siguiente: “A Bruce lo conocí hace 23 años en un evento de caridad para el Mal de Parkinson en Nueva Jersey. Él vino al show, terminamos hablando del evento, del dinero recaudado y aproveché para regalarle mi disco, porque me dijo que estaba interesado en escuchar mi primer álbum. Luego lo escuchó y me llamó por teléfono, me pidió hacer algunos shows juntos. Unos años después, grabamos Broken Radio, una canción sobre mi madre, que murió muy joven y siempre quería ser cantante”.

Jesse Malin no se da por vencido. Y a su enfermedad la combate con tratamiento y también con canciones. Foto: Martín BonettoJesse Malin no se da por vencido. Y a su enfermedad la combate con tratamiento y también con canciones. Foto: Martín Bonetto

Y sobre cómo se hizo amigo del vocalista de la banda punk nacida en California, también suma anécdotas maravillosas.

“Estaba tocando en San Francisco con Social Distorsion. Terminé mis canciones, fui al público para tomar una bebida y Billy Joe estaba allí. Me dijo que le gustaba el álbum No Lunch, de Degeneration. Me preguntó sobre una canción llamada Capital Offender. Empezamos a hablar de música y unos meses después recibí una llamada de mi manager diciendo que Green Day pretendía saber si Degeneration quería ir a un show con ellos. Tocamos por Estados Unidos y Europa, nunca dejamos de ser amigos. Incluso compusimos una canción para divertirnos. ¡Ellos sí son punk rock a nivel calle!”, enfatiza.

-¿Y qué recordás sobre Joe Strummer de The Clash, banda que escuchabas de niño y cuyo cantante terminaste conociendo antes de su muerte?

-¡Uy! Él estaba en un bar, un club llamado Coney Island High, en Saint Mark, en Nueva York. El fotógrafo Bob Gruen trajo a Strummer para conocernos.

Hablamos toda la noche sobre música y bebimos mucho tequila. Él fue una persona muy generosa con su tiempo y su energía, además gran contador de historias. Nos juntamos muchas veces en Nueva York. Siempre salimos y la pasamos bien. Bailamos, bebimos, hablamos, nos metimos en problemas, pero nos divertimos de una manera buena. Fue muy triste cuando murió a los 50 años, al igual que Joey Ramone.

Jesse Malin tiene 57 años. Jamás tuvo una vida de excesos ni usó drogas.Jesse Malin tiene 57 años. Jamás tuvo una vida de excesos ni usó drogas.

-Por último, ¿cómo describirías a Nueva York, ya que sos uno de los referentes musicales de allí?

-Música de alta potencia, música de las calles, música para la gente, música que es rápida, tiene mucha actitud y honestidad. Es una “ciudad espesa”, dura y se mueve muy veloz, y siempre llegás tarde: algo con lo que tienes que lidiar. Todo esto te hace fuerte para transmitirlo alrededor del mundo. Esa energía es Nueva York. De eso se trata.



Source link

Más noticias

esperan encontrar los restos de 796 bebés en un tanque séptico

A finales de enero, Clarín publicó un artículo...

impactantes imágenes de la erupción del volcán en el Monte Lewotobi Laki Laki

El Monte Lewotobi Laki Laki, un volcán de...

el músico volvió a publicar mensajes confusos en Instagram

Hace un par de meses que los fans...

cuántos se esperan, pronósticos y hasta cuándo será

La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados...

esperan encontrar los restos de 796 bebés en un tanque séptico

A finales de enero, Clarín publicó un artículo sobre Pequeñas cosas como esas que comenzaba con la descripción de la placa que aparece...

impactantes imágenes de la erupción del volcán en el Monte Lewotobi Laki Laki

El Monte Lewotobi Laki Laki, un volcán de doble cumbre de 1.584 metros de altura y ubicado en la isla turística de Flores,...

el músico volvió a publicar mensajes confusos en Instagram

Hace un par de meses que los fans de Justin Bieber vienen expresando su preocupación por la salud mental y física de su...