El viernes 13, María Julia Oliván sufrió un dramático accidente doméstico en el que se le prendió fuego parte de su cuerpo luego de intentar encender una chimenea que generó una combustión descontrolada por exceso de etanol.
María Julia Oliván estaba ensayando para su unipersonal Catarsis de mamis (que ahora se reprogramó para el 21 de octubre a las 19.30 en el Teatro Metropolitan), pero que en una primera instancia se iba a estrenar el viernes 20 de junio. La fatalidad quiso que la periodista esté ese mismo día ingresando por tercera vez al quirófano.
En diálogo con Clarín, tras salir de la anestesia y descansar unas horas, explicó desde la terapia intermedia del Hospital Alemán: “No son intervenciones quirúrgicas las que me realizan, se llama desbridamiento de tejidos”.
Oliván se refirió al procedimiento médico que se realiza en un quirófano y consiste en la eliminación de tejido muerto, dañado o infectado de una herida para promover la curación.
Según los expertos, este proceso es crucial para reducir la carga bacteriana, disminuir la inflamación y preparar el lecho de la herida para la regeneración de tejido sano. Se realiza con instrumentos quirúrgicos, como bisturíes y tijeras, para eliminar el tejido dañado.
María Julia también utilizó el término “toilettes”, ya que lo que le realizan cada vez que ingresa al quirófano (la próxima sesión se la practicarán el lunes 23) se refiere a la higiene del paciente, que incluye el baño o ducha con jabón antiséptico y, en algunos casos, el uso de paños con clorhexidina. Este proceso busca reducir el riesgo de infecciones.
En la noche de este viernes 20, desde el Hospital Alemán donde seguirá internada un mes más, aclaró: “Después de la estimación de la primera atención que recibí en mi casa, me habían dicho que tenía un 25 por ciento de mi cuerpo con quemaduras. Pero ahora los médicos me certificaron que es un 13 por ciento. O sea que nada que ver con lo que habían estimado en la ambulancia que me trasladó. Eso es positivo”.
Con respecto a su estado actual, Oliván confesó: “Estoy dolorida y paso mucho tiempo durmiendo o dormitando. El viernes estuve con mi hijo Antonio y también me visitó una amiga. Trato de que no venga mucha gente, porque realmente estoy muy dolorida Y estoy mucho tiempo en reposo. No me puedo ni parar ni caminar”.
Con respecto al unipersonal que hubiera estrenado este mismo viernes, dijo: “Tenía vendidas 215 entradas, y ahora se reprogramó para el 21 de octubre”.
“Cuando volví a Border (su canal de streaming), tenía frío, y ahí tengo una chimenea a la que hay que ponerle etanol. Son de esas chimeneas modernas que le ponés etanol y aparece un fueguito de fondo, como algo muy cool y canchero. Pero me terminé prendiendo fuego: me agarró una llamarada en el cuerpo…”, explicó en un audio con el periodista de Clarín con el que tenía pautada una nota el lunes 16, que debió suspender por este accidente.
Si bien en ese momento la periodista quedó en shock y no sabía cómo proceder, Valentina, la hija de Gonzalo Bonadeo, pudo ayudarla a tiempo para que el episodio no se transforme en una verdadera tragedia. “Ella trabaja en la producción de la obra y me terminó salvando la vida porque me dijo instantáneamente: ‘Sácate la ropa’. Entonces me saqué las prendas que estaban encendidas y como pude subí al primer piso y me tiré abajo de una ducha de agua fría”, relató.
En cuestión de minutos, llegó una ambulancia para trasladar a María Julia a un centro médico.
“Me llevaron en la ambulancia al queridísimo Hospital Alemán, que es donde tuve a mi hijo y fue el lugar donde me acompañaron en mi fertilización. Me pusieron en terapia intermedia y el sábado tuve la primera intervención, que consiste en sacar las ampollas. Me estuve acordando tanto de Jorge (Lanata), por todas las veces que habrá tenido que salir de una anestesia, ese espacio que no sabés si es de día o de noche”, explicó.