Elisa Carrió renovó sus cuestionamientos contra la designación del juez Ariel Lijo para la Corte Suprema de Justicia, por parte del presidente Javier Milei, en medio del debate por el pliego en el Senado de la Nación.
La líder de la Coalición Cívica habló de un supuesto pacto entre el Gobierno nacional y el magistrado, quien días atrás defendió su candidatura ante la Comisión de Acuerdos de la Cámara Alta y rechazó los cuestionamientos.
“A cambio de impunidad y de que le validen los decretos de necesidad y urgencia para que pueda gobernar sin el Parlamento”, afirmó en diálogo con radio Con Vos.
Sin embargo, la exdiputada se mostró confiada en que no prospere la candidatura de Lijo para el Máximo Tribunal.
“Estos jueces oportunistas e inmoral lo que hacen es bailar un ratito con el Gobierno y después hacer lo que quieren para los empresarios”, sentenció.
La decisión de incorporar al Lijo se en encuentra en manos de los miembros de la comisión del Senado. El juez necesita conseguir dictamen para que su pliego luego sea votado en el recinto. Hasta el momento tiene solo cuatro firmas, de las nueve que precisa.
El otro designado es Manuel García-Mansilla, quien también expuso ante la comisión y tiene un panorama complicado para ingresar a la Corte. Ambos cuentan con el respaldo de Ricardo Lorenzetti, quien busca conseguir un dictamen favorable para los dos jueces, y a quien Carrió también cuestionó duramente.
“Los presidentes que no aman la república quieren tener Cortes adictas, en eso Milei es igual a Carlos Menem y a Cristina Kirchner. Los jueces oportunistas cambian según la ocasión. Hoy prometen cosas a Milei y luego se dan vuelta”, dijo.
Carrió insistió en que el postulante a la Corte es un “oportunista” y con su teoría que detrás de su candidatura está el juez Lorenzetti, a quien acusó de ser “el jefe de la mafia judicial”.
“Detrás de Lijo está la mafia judicial. Lijo le debe al país 16 mil millones de dólares, poque nunca hizo nada con las denuncias de cómo se entregó YPF”, recordó.
Al tiempo que vinculó su pliego por parte de Milei a un intento de “impunidad” en torno a la causa de los cuadernos.