Dos extraños llamaron a su puerta, cinco días después la mataron y su crimen sigue sin respuestas


Cuando un supuesto agente del FBI golpeó su puerta, Kanika Powell supo de inmediato que algo no andaba bien, ya que el hombre no se identificó correctamente y se marchó sin dar respuestas a las inquietudes de la veterana del ejército de Estados Unidos y especialista de seguridad de Maryland, quien comenzó a sospechar que su vida corría peligro.

Cinco días más tarde, el 28 de agosto de 2008, los miedos de la mujer de 28 años se confirmaron, pues al regresar a su departamento ubicado en la ciudad de Laurel -al noreste de Washington D. C., en el condado de Prince George– un desconocido la esperaría en su puerta para dispararle varias veces hasta ocasionarle la muerte un día más tarde en el hospital.

El día anterior a ser acribillada a tiros, otro hecho extraño ocurrió cuando un supuesto mensajero golpeó su puerta cerca de las 7:30 de la mañana, preguntó por su nombre y aseguró que tenía un paquete para entregarle. Sin embargo, ante la negativa de Kanika de abrirle la puerta, el hombre desconocido se marchó sin dejar el paquete o brindarle información acerca de dónde podía retirarlo.

Kanika Powell fue asesinada en la puerta de su departamento el 28 de agosto de 2008. Foto: Familia de Kanika.Kanika Powell fue asesinada en la puerta de su departamento el 28 de agosto de 2008. Foto: Familia de Kanika.

Los sucesos que precedieron a su muerte, sumado a la falta de un móvil aparente para matarla, así como tampoco ningún indicio de robo -sus billeteras y llaves estaban con ella al momento de hallar su cuerpo-, femicidio -no tenía pareja o vínculo afectivo alguno conocido- o crimen vinculado a la actividad de pandillas en la zona planteó un gran interrogante a los investigadores y a la familia sobre quién la había asesinado .

Además, el hecho -que sigue sin respuestas- disparó toda clase de teorías debido al trabajo secreto que Kanika realizaba en el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad de Johns Hopkins, la cual tenía a cargo 400 proyectos de seguridad nacional para el gobierno estadounidense.

Cuando dos extraños llaman a tu puerta

Nacida el 31 de enero de 1980, Kanika terminó sus estudios básicos en el Instituto Largo de Upper Marlboro, de Maryland, en 1998, para luego enlistarse en el 2000 en el Ejército de EE.UU., por el cual sirvió en Corea hasta que regresó a su hogar, se retiró y comenzó a trabajar como contratista de seguridad en el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, cargo que en 2006 se hizo oficial al ser nombrada especialista.

En un informe televisivo para True Crimen News, su madre Judy Forrest la describió como una mujer “vivaz”, “rápida”, “adorable” y “divertida” que “simplemente estaba viviendo una vida normal”, mientras que su mejor amiga Ayana Ball Ward la definió en el podcast “Misterios sin revolver” (episodio 74 “Un asesino llama a la puerta”) como “muy franca y honesta”, ya que “siempre expresaba lo que sentía ante determinadas situaciones” y aseguró que era “una persona libre, de espíritu libre”.

El 23 de agosto de 2008, un supuesto agente del FBI golpeó su puerta con la excusa de que investigaban un fraude. Kanika pidió que se identificara y diga su nombre, pero al ver por la mirilla la placa amarilla que fugazmente le mostró, le bastó para considerar que era falsa y negarse a dejarlo pasar. El desconocido no tuvo más opción que marcharse.

En el 2000 se enlistó en el Ejército de los Estados Unidos y cumplió servicio en Corea. Foto: Obituario Kanika Powell.En el 2000 se enlistó en el Ejército de los Estados Unidos y cumplió servicio en Corea. Foto: Obituario Kanika Powell.

Según pudo ver, se trataba de un hombre afroamericano, con sombrero negro, lentes oscuros y vestido con una chaqueta negra North Face. Llevaba en su mano lo que parecía ser una carpeta. Kanika denunció el hecho ante la policía, que a los cuatro minutos acudió al complejo de departamentos donde vivía y recorrió la zona. No encontraron a nadie que coincidiera con la descripción.

También llamó a la oficina del FBI local, desde donde le aseguraron que no habían enviado a ningún agente a su departamento, mucho menos un sábado, y que no había una investigación de fraude en curso que la vinculara. Además, le explicaron que usualmente envían a dos o tres agentes, quienes siempre dejan una tarjeta de contacto.

La desconcertante secuencia impulsó a Kanika a enviar un mail a sus familiares y amigos para contarles “lo más aterrador” que le pasó en el fin de semana y alertarlos “en caso de que alguien esté intentando violar o hacer daño a mujeres solteras”. “Toda la situación me dio miedo y me pareció falsa. Así que debido a este incidente no solo no pude dormir el resto del fin de semana, sino que ahora estoy intentando instalar un sistema de alarma en mi apartamento”, escribió Kanika en el correo.

Tanto su madre como su amiga Ayana y su compañera de trabajo Kelly Easter le ofrecieron a Kanika quedarse en su casa por su seguridad, pero ella se negó al sostener que no tendría miedo en su propia casa. Además, tenía planeado hacer un viaje a Atlanta, Georgia, por lo que Kanika iba a tomarse un día de trabajo para realizar tramites que tenía pendientes.

A los pocos días nuevamente un extraño llama a su puerta. Esta vez un repartidor de FedEx que buscaba a Kanika para entregarle un paquete. Cuando ella se negó, el hombre insistió con que necesitaba su firma para hacer la entrega. Kanika volvió a negarse, ya que no había pedido nada.

Un supuesto agente del FBI y un repartidor de FedEx fueron a buscarla a su casa. Kanika Powell. Foto: Blog True Noir Crimen.Un supuesto agente del FBI y un repartidor de FedEx fueron a buscarla a su casa. Kanika Powell. Foto: Blog True Noir Crimen.

Luego de que se marchó, Kanika llamó a FedEx para saber si había un paquete a su nombre. La empresa de correo le aseguró que no tenían programado ningún envío para ella. El primo de Kanika, que vivía en la cuadra frente a su departamento, contó que vio salir a un hombre afroamericano de un metro ochenta con camisa mangas cortas y pantalones cortos de FedEx, medias blancas y botas color canela. No vio ningún vehículo o camioneta de la empresa. El supuesto repartidor solo se fue a pie.

“Cuando me contó del agente del FBI y el tipo de FedEx, le pregunté si hizo enojar a alguien o dijo algo fuera de lugar. Ella me respondió: ‘Te prometo que no dije nada a nadie. No sé qué está pasando’”, recordó Ayana en el podcast anteriormente citado, donde también relató que Kanika le contó que en varias oportunidades encontró colillas de cigarrillo en su entrada “como si alguien estuviera afuera” esperándola.

Al otro día, Kanika faltó al trabajo para llevar su auto al taller mecánico. Al regresar a su departamento, fue emboscada por un hombre que le dispara en la parte superior de su cuerpo. Sus vecinos escucharon gritos y al menos cinco disparos. Cuando un residente salió, pudo oler la pólvora en el aire. Encontró a Kanika tirada en el suelo frente a la puerta de su apartamento. El asesino ya había desaparecido.

¿Quién mató a Kanina? Las teorias y sospechas de un crimen sin resolver

Llamaron al 911. La policía y paramédicos acudieron al lugar. La trasladaron al hospital PG donde la declararon muerta. “La clase de persona que comete este tipo de crimen es un verdadero monstruo sin ningún tipo de consideración por la vida”, opinó el sargento Gregory McDonald en el podcast antes mencionado. McDonald era un detective de homicidios en el condado de Prince George cuando ocurrió el asesinato de Kanika y actualmente lidera la unidad de casos sin resolver de dicho districto.

Puesto que hallaron los objetos de valor junto a Kanika, los investigadores descartaron por completo la hipótesis de un robo, y se centraron en conocer su círculo social de amigos. “Sabía que había empezado a salir con gente nueva, un nuevo grupo de amigos por fuera de nuestro grupo habitual”, contó Ayana, quien explicó que Kanika era bisexual, hecho que “no escondía, pero tampoco compartía información al respecto”.

Ayana detalló que Kanika era “muy reservada con sus relaciones”, así como también lo era con su trabajo. La madre agregó que Kanika tenía una nueva amiga, a quien conoció brevemente y con quien su hija haria un viaje de fin de semana a Atlanta, Georgia, para un Festival del Orgullo LGBTQ+.

Dicha amistad tenía una ex pareja, un hombre “que tenía una mirada extraña”, según le contaron los nuevos amigos de Kanika a Judy luego de que le dispararan. “No tenían muy buenas vibraciones de él. No sé. Nunca vi a la persona, nunca vi al tipo y nunca hablé con él. Así que no tengo ni idea de lo que querían decir. Sólo les tomé la palabra”, comentó Judy.

Si bien la hipotesis de una ex pareja celosa de la amistad de Kanika parecia una historia verosimil, los investigadores no detallaron hasta qué punto llegaron con dicho aspecto de la investigación. Para ese entonces, no había una persona de intereses por el asesinato de Kanika.

El asesinato de Sean Green y su vinculo con el crimen de Kanika. Foto: Blog True Noir Crimen.El asesinato de Sean Green y su vinculo con el crimen de Kanika. Foto: Blog True Noir Crimen.

Dos meses y medio después de la muerte de Kanika, a otros hombre lo matan de nueve disparos en su auto cuando se detuvo en un semaforo en la intersección de Virginia Lane y Saint Barnabas Road. Al igual que Kanika, Sean Nicholas Green de 31 años, también tenía una autorización de seguridad calificada de “alto secreto” por su trabajo en el Centro Nacional de Contraterrorismo (NCTC) de Liberty Crossing, en McLean, Virginia.

Este centro es una organización gubernamental responsable de los esfuerzos nacionales e internacionales contra el terrorismo. Fue creado tras las recomendaciones de la comisión que investigó los atentados a las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001. Sean trabajaba en tecnología de la información y manejaba computadoras con información confidencial de seguridad nacional.

“No parece ser un robo de auto. Él estaba sentado en el semáforo, no era el único auto ahí, es algo extraño, un misterio en este momento”, supo decir en aquel entonces el portavoz de la policía del condado de Prince George, Clinton Copeland, en diálogo con el Washington Post.

Sin un sospechoso, la policia no pudo encontrar un vinculo entre el asesinato de Sean y Kanika por lo que concluyeron que no estaba relacionada. Además, nunca quedó en claro la naturaleza del trabajo de Kanika en Laboratorio de Fisica Aplicada. “No puedo decirte nada sobre su trabajo. Era muy reservada al respecto. No creo que realmente pudiera hablar de ello”, puntualizó Ayana.

Jason Scott fue condenado a 85 años por el asesinato de tres mujeres. Foto: Oficina del Fiscal del Estado del Príncipe George.Jason Scott fue condenado a 85 años por el asesinato de tres mujeres. Foto: Oficina del Fiscal del Estado del Príncipe George.

Pese a las especulaciones en torno a su trabajo como causal del crimen, los investigadores siguieron una nueva hipotesis. En 2009, Jason Thomas Scott fue acusado de dos crimenes y vinculado a otros tres asesinatos. Al igual que Kanika, asistió al Instituto Largo de Upper Marlboro, de Maryland, y su modus operandi tenía coincidencias con su crimen, aunque difteria con el asesinato de Sean.

“Jason Scott fue entrevistado al respecto y descartado como sospechoso. No encajaba con su modus operandi. Y tampoco era el área en la que Jason cometió todos sus homicidios y todos sus crímenes. No cometió ningún crimen en la parte norte del condado, y especialmente en Laurel”, indicó el sargento McDonald.

A sus 30 años Jason Scott fue condenado a 85 años de carcel por el asesinato de Delores Dewitt, de 42 años, y de su hija Ebony, de 20, en marzo de 2009. Scott no admitió la culpa por los crimenes, pero firmo un documento por el cual admitió que la fiscalia tenía pruebas suficientes para incriminarlos. A cambio, se le retiraron los cargos por los asesinatos de Karen Lofton, de 45 años, y su hija, Karissa, de 16 años; y el asesinato en junio de 2008 de Vilma Butler, de 46 años.

En cambio, el caso de Kanika sigue sin culpables. El sargento McDonald reconoció que “lo más frustrante” es el no haber encontrado persona de interes para el crimen, pese a que se encontraron pruebas balisticas, aunque no el arma. Para su madre, “alguie ahí afuera sabe” quién mató a su hija.

“Cuando dijo que dos personas vinieron a su puerta, dos personas, estoy seguro de que se lo dijeron a alguien. La gente no se guarda todo para sí misma. Tal vez alguien no quería que ella y esa joven fueran juntas a Atlanta”, concluyó.





Source link

Más noticias

Popular cadena de comida rápida anunció el cierre de hasta 21 locales

Una cadena de restaurantes cuya especialidad es la comida rápida, anunció que prevé cerrar hasta 21 locales durante 2025. De acuerdo al informe...

Inter Miami suma a William Yarbrough, un arquero récord para dar pelea en el Mundial de Clubes

El Inter Miami de Lionel Messi y Javier Mascherano sigue moviéndose en el mercado de pases con la mira puesta en recuperarse en...

con el partido de River por el cable, Gran Hermano no tuvo una noche fácil en la TV abierta

Siempre parece haber alguna excusa cuando los números no funcionan bien, sea el programa o el canal que sea. Ahora usa ese recurso...