Imelda Collins no enloqueció. Solo quiere acelerar las cosas. Esta mujer irlandesa de 52 años puso a la venta su casa a menos de 7 dólares (6,70 para ser exactos). Quien se haga de ella habrá pagado ese monto por un cálido inmueble en las afueras de una ciudad portuaria de su país. ¿Qué hay detrás de su estrategia?
Collins, una trabajadora del Servicio Ejecutivo de Salud -el programa de salud pública de Irlanda-, rifará su casa como si fuera una torta del secundario. La sorteará en línea, en Raffall, el próximo 22 de mayo entre todos los que hayan pagado 6,70 dólares por un boleto.
La rifa se inauguró en octubre y finaliza el 22 de mayo a las 10.00 (hora de Irlanda). El sorteo es ese mismo día. Todo el mundo puede participar.
Con su método, Collins sorteará la burocracia del mercado inmobiliario tradicional sin necesidad de tener aprobación bancaria y podrá hacer una transacción de llave en mano con el ganador; la desventaja es qué no sabe si podrá recaudar el valor de su hogar.
La casa está ubicada en la ciudad portuaria de Sligo, en el norte de Irlanda. Es una cabaña ubicada en un terreno de 30 hectáreas con dos habitaciones, muebles y jardín.
La mujer se inspiró en la historia de una compatriota que hizo lo mismo con el objetivo de mudarse a París. Collins lo está llevando a cabo para poder ir vivir a Italia, donde pasó 12 años de su vida y vive su esposo.
“Investigué mucho sobre esto. No me desperté un día y decidí sortearla. No soy la primera en hacerlo y, sin duda, no seré la última”, dijo, según el New York Times.
La mujer compró la casa en 2022 por 150.000 dólares y estimó una inversión de 313.000. La tasación es de 336.000; una vez pagado todo espera obtener unos 450.000 dólares.
Para conseguirlo, Collins decidió que 150.000 rifas vendidas es la mejor opción. Si no llega deberá ceder la casa según las bases y condiciones. Puede elegir entre ceder al ganador el 50% de los ingresos por boletos, con el 10 % para Raffall, y quedarse con el 40% y la casa o bien, ceder la casa y quedarse con una mayor parte de los ingresos por boletos.
El sitio web que utilizará para vender la casa tiene sede en Gran Bretaña. Allí se clasifica a las rifas de este estilo como “competiciones con premios”, lo que las lleva a no estar regulada por la Comisión del Juego británica.
De ahí que la rifa no es considerada una lotería ilegal. Por eso, para que todo funcione, Raffall les exige a sus compradores que respondan a una pregunta para participar. En el caso de Collins, la pregunta es “¿Qué color se asocia con Irlanda?”.