En Mad Men, Betty Draper, la mujer de Don, muestra, de manera sutil o como un shock, tensiones muy frecuentes en las mujeres de la clase media acomodada de Estados Unidos en los años 60.
Con su apariencia impecable -que va desde el peinado perfecto hasta los looks y el maquillaje delicado- y la casa impoluta, mantiene la apariencia del ideal de vida estadounidense de esa época. Aunque la realidad detrás de esta fachada era una profunda insatisfacción y depresión.
Al principio de la serie, Betty cumple sin cuestionamientos los roles esperados de ama de casa, madre y esposa. Pero a medida que avanzan las temporadas, comienza a vislumbrarse su frustración. Sus dificultades para expresar las emociones y los actitudes que denotan la inmadurez son otras de las facetas de su compleja personalidad.
La otra arista de su personaje es que después de las infidelidades y la profunda crisis con Don toma la decisión de separarse y se casa luego con Henry Francis.
La actriz que llevó este personaje es January Jones. Esta joven rubia de ojos de un celeste casi transparente y rasgos delicados se lanzó como modelo a los 18 años, en 1996, y rápidamente fue elegida por marcas como Versace o Kérastase y en las revistas de moda más fuertes de ese momento -entre ellas, Glamour u Cosmopolitan.
En esos años, además, comenzó un vínculo con el actor Ashton Kutcher. Una instancia que también le dio más vidriera. Antes había trabajado como camarera de cócteles en Las Vegas.
El siguiente paso en su carrera, como precisa la nota del sitio de espectáculos Hobby Consolas, fueron los comerciales para televisión.
Así fue que empezó a sentir el gusto por la actuación y, a pesar de no tener una formación específica, comenzó a circular por el circuito de castings. Hasta que en 1999 le llegó el turno de debut en cine con la película Destinos cruzados.
Poco después, tal como recopila Hobby Consolas, tuvo una participación en el film Bandidos protagonizada por Bruce Willis y Cate Blanchett.
A Mad Men, Jones también llegó por un casting. La idea inicial era que encarnara otro personaje. Pero finalmente, y por fortuna para el público, le dio vida al protagónico femenino de esta exitosa historia.
Por este papel, cuenta la nota de Hobby Consolas, logró nominaciones para los premios Globo de oro y Primetime Emmy. Además, resultó elegida en los galardones de los Premios del Sindicato de Actores de Cine.
En esos años, además, como en una carrera sin rumbo, se sumergió en el Universo Cinematográfico de Marvel, a través de la cinta X-Men: Primera generación, con el rol de Emma Frost, y otras películas que no tuvieron demasiada repercusión.
Jones tiene hoy 47 años y un hijo de 13. Después de varios vínculos y romances, la información conocida es que está soltera.
En cuanto a su carrera, todo parecía indicar que después de Betty llegarían muchísimos otros roles en comedias que explotaran su potencial. Sin embargo -tal vez por esa raro fenómeno del encasillamiento– sus apariciones son esporádicas no logró equipar el desafío y la exposición que implicó la experiencia Mad Men. O tal vez no supo explotar su potencial como actriz en historias livianas.
También incursionó como diseñadora de pijamas y lencería.
De todas maneras, Betty está intacta en su corazón. “Me mostró al mundo. Me abrió puertas. Betty Draper Francis es un personaje riquísimo, al que voy a amar siempre. Fue un tesoro”, dijo en 2015 al sitio Millenio.