El fútbol, como la vida, siempre da revancha. Y la de Miguel Ángel Russo en Boca parece tener una nueva vuelta. El entrenador de 69 años es el elegido por Juan Román Riquelme para hacerse cargo del plantel profesional, conducir al equipo en el Mundial de Clubes e intentar conseguir en el segundo semestre el boleto a la Copa Libertadores 2026. Lo que hasta el jueves era un misterio, se cristalizó durante la tarde del viernes y desde Boca Predio ya no esconden cuál es la intención del presidente.
Pero no todo es tan sencillo -ni tampoco está tan claro-: Russo es el director técnico de San Lorenzo y este domingo dirigirá al Ciclón en el Nuevo Gasómetro por las semifinales del Torneo Apertura ante Platense. Russo está a dos partidos de conseguir un nuevo título para su palmarés donde suma 7 locales (uno en Vélez, dos en Boca, dos en Millonarios y otro en Rosario Central), la Copa Libertadores 2007 con Riquelme como gran figura y tres ascensos desde la B Nacional (Lanús, Estudiantes y Central). Habrá qué esperar: ¿qué pasará con Russo si el estadio le reprocha una incipiente partida? ¿qué pasará si consigue el campeonato?
Es cierto que en Boedo Russo ya manifestó puertas adentro que su intención es salir del club tras el escándalo que generó la cámara oculta que expuso al presidente Marcelo Moretti. Incluso el acuerdo con Julio Lopardo -quien tomó las riendas del club- tenía como fecha de vencimiento el día que San Lorenzo dejara de participar en el Apertura. Y cuando muchos lo daban por terminado, el equipo y Russo, con mucho amor propio, sacaron adelante la situación y se metieron en semifinales.
Tanto Riquelme como Russo son dueños de su silencio y podrán gambetear con cintura cualquier especulación. Se le reprochará al presidente de Boca -con mucha hipocresía porque todos lo hacen- una falta de valores éticos por intentar seducir a un entrenador con trabajo. Y los de San Lorenzo harán lo mismo con el técnico, si es que finalmente cambia de vereda.
Para Russo la oportunidad de dirigir a Boca llega en un momento extraño de su vida y de su carrera. Cumplirá 70 años el año que viene y 9 desde que le diagnosticaron un cáncer de próstata. Fue en 2017, cuando entrenaba a Millonarios de Bogotá, en Colombia. En aquella temporada se sometió a una cirugía y a sesiones de quimioterapia. Todo lo que vino después, para Russo es un “regalo de la vida”. Miguelo tiene un estilo pragmático y se erige como el Carlo Ancelotti de esta parte del mundo.
El italiano, que dejará de ser el entrenador de Real Madrid a partir de este lunes y llegaría a la selección de Brasil a los 65 años, es el espejo donde se mira Miguel: “De Europa más que equipos, miro entrenadores que me gustan. La tranquilidad de Ancelotti es impresionante: me gusta leer sobre él. Cómo se maneja en el banco, con la calma que tiene, es algo fuera de lo común”, contó en una entrevisa con @SuperDeporRadio.
Sin embargo, entre los hinchas de Boca parece haber mucha incertidumbre con la posible llegada de Russo. ¿Es el momento para un nuevo ciclo del entrenador? Sería el tercero para el técnico que hizo toda su carrera como jugador en Estudiantes y dirigió a 16 equipos desde 1989. En Boca tuvo una primera etapa desde febrero hasta diciembre de 2007 (56 partidos, 30 victorias, 12 empates y 14 caídas, con 60,71% de efectividad) y otra desde enero del 2020 hasta agosto de 2021 (59 partidos, 27 triunfos, 11 derrotas y 57,6% de efectividad), con Riquelme como vicepresidente.
Lo que preocupa es cómo fue la segunda salida de Russo. Se produjo después de dos duros golpes del equipo por la Copa Libertadores (pasaron 7 meses y medio entre la derrota con Santos, cuando los jugadores le caminaron la cancha, y la eliminación por penales frente a Atlético Mineiro con escándalo en los vestuarios). “Tengo un respeto muy grande por Boca, siempre lo tuve y no tengo nada que hablar. El respeto su gente me lo devuelve, tengo una gran relación con Román y la sigo teniendo en muchísimas cosas”, dijo tiempo después. Genera dudas entre los hinchas, que ya están hastiados del flojo nivel del equipo, si es Russo el indicado para asumir las riendas de un plantel que tiene a los referentes bajo la lupa.