Los trastornos de la personalidad son afecciones de la salud mental que incluyen patrones de pensamiento, percepción, reacción y relación duraderos y repetitivos que provocan una angustia importante o afectan su capacidad de desenvolverse.
En el caso del trastorno de personalidad histriónica, son personas que usan su apariencia física y actúan de forma inapropiada, seductora o provocativa para llamar la atención.
Según el Manual MSD, afecta alrededor del 2% de los estadounidenses y, según algunos estudios a hombres y mujeres por igual.
En el caso de las mujeres su conducta es la famosa “histeria”, un término en desuso en psicología, pero que describe a quienes seducen sin concretar la relación.
El sitio especializado Medline Plus caracteriza a este trastorno como “una afección mental por la cual las personas actúan de una manera muy emocional y dramática que atrae la atención hacia ellas”.
Así, las personas histriónicas tienen una necesidad extrema de ser el centro de atención y pueden utilizar su apariencia, comportamiento y emociones de manera llamativa y dramática para conseguir su objetivo. En el caso de las mujeres, es la conducta conocida informalmente como “histeriquear”.
Las personas con este trastorno tienden a expresar sus emociones de manera intensa y exagerada. Pueden llorar, reír o enojarse de manera llamativa y dramática, a menudo sin una razón aparente.
Por otra parte, responden a pequeños estímulos con ira y enojos irracionales. Y son incapaces de tolerar el aburrimiento y la rutina.
En este sentido, tienden a entusiasmarse con la misma facilidad con la que se enojan o aburren. Cuando inician relaciones se muestran encantadoras pero, a medida que pasa el tiempo, se vuelven cada vez más intensas y exigen un apoyo constante que buscan con métodos indirectos.
Si no logran su objetivo, pueden manifestarse a través de las amenazas, estallidos de ira y hasta situaciones más complicadas como amenazas de cometer suicidio.
La fuerte necesidad de ser el centro de atención en situaciones sociales las lleva a hacer cosas extravagantes o inapropiadas. Aunque son muy seductoras y empáticas, sus gestos o sentimientos carecen de profundidad y no son genuinos.
Las mujeres histriónicas son proclives a utilizar su apariencia física y seducción para atraer la atención de los demás. Muestran una preocupación exagerada por su atractivo físico: suelen vestir de un modo que atrae la atención, con colores brillantes y estilos sorprendentes y provocativos.
Además, recurren a la sexualización para influir en las relaciones y responsabilizan a los demás de ser ellos los que se le insinúan. Les gusta dar la imagen de que atraen a los demás por su apariencia física.
Todo esto suele desembocar en relaciones interpersonales superficiales y cambiantes, porque, extremadamente encantadoras al principio, suelen perder el interés rápidamente cuando no reciben la atención que desean.
Las personas con trastorno histriónico son altamente sensibles a la crítica y pueden reaccionar de manera exagerada ante cualquier comentario negativo o desaprobación.