Hamilton y otra carrera de alta tensión con el ingeniero de Ferrari en Mónaco: “¿estás enojado conmigo?”



A pesar de que en el Gran Premio de Mónaco hayan conseguido los mejores resultados combinados en lo que va de la temporada, la tensión entre Lewis Hamilton y su ingeniero de carreras en Ferrari, Riccardo Adami, no pasó desapercibida. Hubo algunos problemas de comunicación entre la dupla durante todo el fin de semana, pero un intercambio en particular llamó la atención de los fanáticos.

El heptacampeón británico terminó quinto mientras que su compañero, Charles Leclerc, salió segundo. Considerando que el año anterior había ganado la carrera, la frustración del monegasco al haber perdido la pole position frente a Lando Norris por 0,109 segundos es más que entendible. Aunque viendo el panorama, es el mejor puesto de clasificación y resultado que consiguió hasta el momento este año.

Por su parte, Hamilton tuvo que lidiar con una penalización de tres puestos en la grilla de partida por haber obstaculizado a Max Verstappen durante la Q1, un incidente que más adelante se descubrió que fue culpa de su ingeniero, que le informó mal sobre el piloto neerlandés en la pista. Incluso después de pedirle disculpas, Verstappen le aclaró al británico que no era su culpa.

En defensa de Adami y para desmentir la idea de malentendidos dentro de la escudería, Fred Vasseur, jefe del equipo, explicó: “Cuando el piloto pregunta algo entre la curva 1 y la 3, tenemos que esperar [hasta que llegue] al túnel para responder, para evitar hablar con él durante las curvas”.

No es que estemos durmiendo, no es que estemos tomando una cerveza en el pitwall, es sólo porque tenemos una sección de la pista en la que acordamos antes hablar con él”, aclaró. “Y honestamente, no es una tensión que el tipo esté preguntando algo, está entre los muros, está bajo presión, está luchando, está a 300km/h entre los muros. Hablé con él [Hamilton] después de la carrera, no estaba molesto en absoluto”.

Durante sus primeras carreras como piloto de Ferrari, Hamilton le aclaró varias veces por la radio a su ingeniero que por favor no le hable durante las curvas, o que no necesita la información que le estaba dando. Que eso haya llegado a un acuerdo entre la dupla sobre cómo comunicarse durante las carreras y la qualy es creíble, pero lo que sigue generando dudas es la actitud desanimada del británico post carrera.

Particularmente durante la vuelta de enfriamiento después de haber cruzado la meta 51.387 segundos después del ganador, Norris, y 48.256 segundos más tarde que su compañero de equipo, cuando Adami le informó que salió quinto.

“Perdí mucho tiempo en el tráfico. El resto tenemos que investigarlo. Y recoger [la goma gastada de los neumáticos] por favor”, dijo antes de agradecer por el trabajo de todos como siempre lo hace. “Sí, muchas gracias a los chicos, como he dicho, por arreglar el coche [tras el accidente del sábado en la práctica libre]”.

“No ha sido el más fácil de los fines de semana, pero vivimos para luchar otro día, así que… sí”, continuó, pero no recibió respuesta. Después de un rato de silencio, le preguntó, un poco vulnerable: “¿Estás enfadado conmigo o algo?”, pero Adami tampoco le contestó.

Ciertamente, al heptacampeón le está costando adaptarse a su nuevo equipo, y estos momentos de poca comunicación no reflejan un gran avance. “Este fin de semana ha sido una curva de aprendizaje un poco empinada”, comentó el británico.





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