El martes, en la reunión del Consejo del Partido Justicialista, Cristina Kirchner volvió a criticar el desdoblamiento de las elecciones bonaerenses de los comicios nacionales. Por decisión del gobernador Axel Kicillof las primeras se harán el 7 de septiembre -allí se votarán listas de concejales, diputados y senadores bonaerenses- y las segundas en octubre, cuando se votarán diputados nacionales. Sin vueltas, Cristina dijo que creía que esa decisión podría hacer perder los dos turnos al peronismo frente a La Libertad Avanza, que jugará aliada al PRO y tal vez a un sector de la UCR.
Esa preocupación se incrementó con el resultado en la Ciudad de Buenos Aires, donde Jorge Macri adelantó los comicios locales, y su partido, el PRO, terminó tercero, detrás de La Libertad Avanza y el peronismo. Cristina usó ese resultado como bomba de arrojo sobre Kicillof.
Este miércoles, cerca del gobernador bonaerense admitieron que es posible que Cristina acierte con su pronóstico, y que el peronismo termine derrotado en la pelea por los cargos provinciales y también en los nacionales. En La Plata dicen que, salvo en la tercera sección electoral (en el oeste y el sur del conurbano) no tienen perspectivas despejadas en ningún lugar.
Lo que pasó ayer en el Senado bonaerense, donde se designaron 131 jueces y fiscales, y lo que podría pasar en los próximos días, con la designación de otros 85 magistrados, puede leerse a la luz de esa preocupación.
Es muy probable que, si ocurre lo que vislumbran Cristina y también el entorno de Kicillof, el peronismo termine el 10 de diciembre -cuando se produzca el recambio legislativo- con menos senadores provinciales que los que tiene hoy. Es muy probable que a la UCR y al PRO le pase lo mismo, que cederán bancas a La Libertad Avanza.
Por eso, los tres se apuraron a destrabar una negociación que estaba estancada desde noviembre, cuando las diferencias por los nombramientos en La Matanza, y, sobre todo, la pelea entre La Cámpora y los intendentes del peronismo, que controlan a buena parte de los senadores provinciales, hicieron estallar todo.