Casper Ruud se despidió demasiado rápido de Roland Garros, un torneo en el que fue finalista en dos de las últimas tres ediciones (2022 y 2023). El noruego, séptimo preclasificado, cayó por 2-6, 6-4, 6-1 y 6-0 ante el portugués Nuno Borges, 41° del ranking, en un partido en el que sufrió con una molestia en la rodilla izquierda. Y tras irse cabizbajo de la Suzanne Lenglen, llamó la atención sobre las reglas y el calendario que obligan a menudo a los tenistas a jugar lesionados.
“El ranking es como una carrera de ratas. Te sentís obligado a jugar con ciertas reglas que la ATP ha establecido con los eventos obligatorios. Perdés mucho si no jugás, económicamente, pero también puntos. Para mí estas semanas y estos meses son muy importantes para el resto del año y para mi carrera. Por supuesto, si me rompo la pierna, no jugaré. Pero es duro, sobre todo cuando hay un momento con eventos obligatorios para saltárselos, porque los castigos son bastante duros. Además hay un cierto sistema de bonus establecido que se reduce si no te presentás a los torneos obligatorios”, explicó el noruego.
“Si no jugás un evento obligatorio, te cortan el 25 por ciento de la prima de fin de año. Estás forzando a los jugadores a competir lesionados o enfermos, o lo que sea, cuando eso no me parece muy justo”, agregó.
Vale recordar que los certámenes que los jugadores deben disputar, salvo alguna razón de fuerza mayor, son los cuatro Grand Slams y ocho de los nueve Masters 1000. El único de ese grupo que se pueden saltar sin consecuencias es Montecarlo. También, en función de la posición en el ranking, tiene que jugar algunas citas de categoría 250 y 500.
Como dijo en la conferencia, la derrota le costará al noruego, que perderá otra vez su lugar en el top 10 ya que no podrá defender los puntos que consiguió el año pasado al alcanzar las semis en Bois de Boulogne. Pero además porque, tras conquistar hace unas semanas su primer Masters 1000 en Madrid, se había ilusionado con llegar lejos en el “grande” francés.
“Esto no era lo que esperaba de mi paso por París, la verdad. Es una lástima, algo decepcionante porque casi nunca había tenido que lidiar con dolores ni problemas físicos en cancha. Sentía que podía llegar lejos en este torneo, pero también es cierto que hay muchos otros tenistas, como Nuno, jugando a un gran nivel”, aseguró.
Sobre la molestia que lo limitó en el duelo ante Borges, explicó: “Llevo unas dos semanas experimentando el dolor en la rodilla izquierda, que es manejable en entrenamientos, pero empeora en los partidos porque es difícil controlar qué movimientos haces a este nivel de intensidad. En Montecarlo, los exámenes mostraron que no había un problema estructural, solo líquido acumulado por inflamación. Decidí tirar para adelante con antiinflamatorios y analgésicos por la importancia de esta gira para mí. Me bajé de Ginebra para ver si mejoraba, pero no fue así. Hubo momentos que fue mejor, pero hoy hice un movimiento concreto que hizo que empeorara muchísimo”.
Y, con una sonrisa triste, cerró: “Igual, pude sobrellevarlo. Fui capaz de lidiar con el dolor. No ha sido demasiado malo. Algunos días peor que otros. Aunque estoy deseando poder pasar unos días sin tomar analgésicos. Dejar que se cure de verdad, descansar y ver dónde estoy dentro de unas semanas. Ojalá no sea nada serio”.