Joao Fonseca lo hizo de nuevo. El brasileño de 18 años que conquistó al público de Buenos Aires en febrero pasado, cuando consiguió el primer título ATP de su joven carrera, llegó a Roland Garros decidido a hacer ruido, y lo está logrando. En su debut en el Grand Slam parisino, el nacido en Río de Janeiro aplastó con autoridad al francés Pierre-Hugues Herbert y se metió en tercera ronda.
Fue 7-6(4), 7-6(4) y 6-4 tras poco más de dos horas de juego en la cancha 14 del complejo ubicado en Bois de Boulogne, que se llenó para ver a quien señalan como el heredero de Gustavo Kuerten, campeón sobre el polvo de ladrillo galo en 1997, 2000 y 2001. Y París pareció Río del fervor con que se siguió cada punto que iba cosechando el carioca, 65 de un ranking que lo tendrá subiendo varios escalones en un par de semanas.
En su primera vez en el Grand Slam francés, Fonseca ya había bajado en primera ronda al polaco Hurbert Hurkacz, también en tres sets. Ahora, en tercera, espera su rival entre Gael Monfils y Jack Draper, dos huesos duros de roer, por distintas circunstancias, pero a los que el sudamericano les dará batalla.
Tras el partido se emocionó hasta las lágrimas al hablar de su mamá, en el día de su cumpleaños, a quien le dedicó la victoria.
🇧🇷JOÃO FONSECA completamente emocionado após a vitória em Roland Garros!
No dia do aniversário da mãe, e após toda a pressão pelas eliminações em Madrid e Roma, ele não conseguiu conter as lágrimas.
“Só tenho a agradecer”pic.twitter.com/xoNyidSfAw
— Info Tenis Brasil (@InfoTenisBrasil) May 29, 2025
El idilio entre Joao y París se dio de inmediato. No es habitual para un primerizo en Roland Garros que haya codazos para verlo. Como tampoco es habitual que le atribuyan la principal sala de prensa del torneo. Pero así ha sucedido con “la nueva estrella ascendente” del circuito, tal como lo presentan en Europa.
“Ya sabía que habría muchos brasileños aquí, también por ‘Guga’ (Gustavo Kuerten, ganador tres veces del Roland Garros), por la tradición. La cola que vi para entrar en la pista era enorme”, contó la noche previa al partido con Hubert desde la sala de prensa 1, la reservada para los grandes del torneo, como Sinner, Alcaraz y Djokovic, y en la que acudieron hasta una veintena de periodistas de diferentes países.
Su aventura en tierra francesa sirve para olvidar las tres derrotas consecutivas que cosechó poco después de su eclosión en Buenos Aires, eliminaciones tempraneras en Roma, Estoril y Madrid, en lo que se podría considerar algo propio de su juventud.
“Sé que la presión va a venir. No me estaba sintiendo tan bien (en los últimos tiempos), no estaba disfrutando, pero ahora me siento confortable, feliz y por eso estoy jugando bien dentro de la pista”, explicó el carioca, en una charla en la que intercaló el inglés y el portugués.
Buena parte de las preguntas de los periodistas fue acerca de esa temible “presión”. “Lo importante es saber lidiar con ella, saber posicionarse dentro de la cancha”, expuso, al tiempo que elogió el equipo que le rodea y que le da el apoyo psicológico necesario para centrarse en el tenis.
Para Fonseca, lo esencial es evitar que las expectativas que está generando terminen por devorárselo.
Con información de Agencias