La entrega del primer celular a un adolescente suele ser un momento clave en muchas familias. Por eso, es fundamental conocer qué características debe tener el dispositivo para garantizar un uso responsable y brindar tranquilidad tanto a padres como a hijos.
En los últimos años, el acceso de niñas, niños y adolescentes a la tecnología creció de forma acelerada, despertando nuevas dudas sobre cuándo es apropiado introducir el uso del teléfono móvil. La psicología, advierten los especialistas, tiene respuestas claras para acompañar esa decisión.
El psicólogo Javier de Haro, autor del cuento infantil Mayor por un día, en uno de sus vídeos en TikTok, ofrece cinco recomendaciones dirigidas a los padres que estén pensando comprar el primer teléfono de su hijo: “Darle a tu hijo con 9, 10 u 11 años un móvil sin estar preparado y, encima, sin enseñarle a usarlo “bien” y sin supervisarle, es un gran riesgo”, empieza diciendo.
Javier explica la importancia de fijar momentos y rutinas sin pantallas. Algunos ejemplos que da son la hora de comer, los ratos en familia y antes de ir a la cama: “De esta forma tu hijo entiende que hay momentos con pantallas y momentos sin ellas”, comenta.
La médica pediatra Silvina Pedrouzo, especialista en desarrollo infantil y uso de pantallas, escritora en el portal Psicología y Mente, menciona que no existe una edad universal para otorgar un celular a los hijos o adolescentes, ya que cada caso debe evaluarse según la madurez y contexto particular. Entre los aspectos clave que deben observarse se encuentran la responsabilidad general, la capacidad de autocontrol y la habilidad para tomar decisiones conscientes.
Por ejemplo, el psicólogo de Halo explica si tu hijo no es capaz de estudiar para un examen sin que le vayas detrás o si no es capaz de agarrar su ropa sucia y ponerla en su lugar. Estas señales indican que no está preparado para la responsabilidad de tener un dispositivo propio.
Estas normas son muy importantes porque te van a ayudar a educar, proteger, a supervisar y a limitar. Algunas de ellas son un límite de horas al día, no tener redes sociales y hablar si alguna cosa que vio le incomoda.
Clara Paritsis, psicóloga infanto-parental consultada por el medio Psicología y Mente, sostiene que la pregunta clave es para qué necesita el dispositivo. Según la especialista, si la finalidad es meramente práctica, como comunicarse durante traslados o ante emergencias, un celular básico puede ser más que suficiente, ya que regula estas normas de uso que señala de Halo.
El experto cuenta que este tipo de dispositivos permiten tener llamadas, y que esté localizado, reduciendo el peligro que un chico puede tener al utilizar el celular, ya que con un reloj inteligente evitamos el uso de internet discriminado o la falta de control: “Es una forma recomendada para aprender a hacer un buen uso de la tecnología”, señala.
Los adolescentes aprenden mucho más observando que simplemente escuchando: “A veces les exigimos cosas cuando somos peores que ellos”, termina diciendo. Hace hincapié en el uso que hacen también los adultos del celular.