Las aguas azules del río Aar además de embellecer a la ciudad de Berna, capital de Suiza, son un medio de transporte veloz y refrescante para volver a casa tras un arduo día de trabajo. Miles de lugareños se zambullen en sus aguas y se dejan llevar por la corriente.
El río nace en los Alpes berneses de los Glaciares del Aar, a 1.900 metros de altitud. Atravieza las ciudades de Interlaken y Thun, hasta llegar a Berna, y luego desemboca en el Rin, cerca de la ciudad alemana de Waldshut.
Tiene una longitud de 291 kilómetros, durante los cuales desciende 1.565 metros de altura. Es navegable desde Thun, lo que lo convierte en el principal río de Suiza.
Si bien muchos se sumergen en él de forma recreativa, cada vez son más los habitantes locales que lo usan como medio de transporte que se presenta como una alternativa sostenible que reduce la huella de carbono. Además, es una oportunidad de ejercicio para ir al trabajo.
Tal es el caso de Evelyn Schneider-Reyes, que contó al medio local Le News, que cuenta con una “Aare Bag”, una bolsa impermeable donde guarda su ropa, smartphone, cartera y zapatos.
“Me ponía el traje de baño y nadaba hasta casa. Dejaba el Aar en Lorrainebad, subía la colina durante ocho minutos y ya estaba en casa. Desde mi oficina hasta el Lorrainebad solía tardar unos 15 minutos en el agua”, contó.
Los lugareños flotan en las cálidas aguas de Aar, que en verano se mantienen a 21° C., y se dejan llevar por la corriente hasta las marcas con barras rojas en la orilla que señalan vías de salida.
Anna Baehni, otra habitante de Berna que tiene su hogar a dos pasos del río, explicó que “es importante saber dónde es seguro entrar y salir, y conocer dónde están las corrientes”.
“La gente de Berna puede no ser demasiado amable en el día a día, pero hay algo especial en estar a orillas del Aare. Es un lugar estupendo para gritar y saludar a la gente que pasa, a tus amigos e incluso a desconocidos”, comentó a Le News.
Además, se pueden alquilar barcos y lanchas para navegar por las aguas del río, así como también trajes de neopreno para nadar. El puente peatonal Schönausteg es uno de los más utilizados para saltar al río.
Las aguas del río Aar que fluyen por Berna nacieron por un deshielo glaciar en los Alpes, por lo que las temperaturas en verano oscilan entre los 15° y los 22° C.