El fútbol es un deporte en que se suelen enfrentar dos equipos, que en el caso de las finales suelen ser los mejores, pero este sábado en Múnich, Alemania, donde se jugó la final de la Champions League, sólo jugó el PSG. En rigor, Paris Saint-Germain aplastó al Inter de Milán, conjunto en el que juega Lautaro Martínez, el 9 de la Selección, que poco pudo hacer en el 5-0 que asestó el conjunto parisino y que despertó toda clase de reacciones en medios locales e internacionales.
En Francia la euforia es total: festeja París, fundamentalmente, por su club insignia, que es relativamente joven (fue fundado en 1970) y que al fin, luego de años de inyecciones multimillonarias de fondos qataríes (justo hace 15 temporadas), logró la ansiada primera Champions League de su historia; y festeja el futbol francés, en menor medida, porque se trata de la segunda copa para el país, luego de aquella que ganara el Olympique de Marsella en 1993.
Curiosamente, el Olympique se había hecho de la primera Champions para un club francés habiéndole ganado al Milan, el clásico del Inter, que este sábado hizo una pobre actuación (además del apabullamiento del PSG) que los medios italianos estuvieron lejos de perdonar.
“El Arte y el Triunfo” (“L’art et le triomphe”), ensayó L’Équipe, uno de los principales medios deportivos franceses y famoso por ser el que otorga el Balón de Oro al mejor futbolista de cada año, haciendo un juego de palabras con el Arco del Triunfo (“L’Arc de Triomphe”), característico hito de París. “Luis Enrique y Désiré Doué, puntaje perfecto”, avanza sobre el director técnico y el goleador del partido, que anotó por duplicado en la final de Múnich.
Le Monde, en cambio, optó por la sobriedad. “Los parisinos ganan brillantemente la Champions League”, tituló, a la vez que se emparentó con L’Équipe al subrayar el rol del técnico español: “Luis Enrique, el artífice de la transformación del PSG”. Claro, el elenco parisino se desprendió de Kylian Mbappé, hoy futbolista del Real Madrid, y anteriormente de Lionel Messi y Neymar Jr, quienes habían sido la apuesta para ganar la corona europea que hasta este sábado le era esquiva.
“PSG campeón de Europa: tensión en los Campos Elíseos, el Distrito 18 saturado y numerosas detenciones”, tituló Le Parisien, que debajo consignó: “Tiros de morteros y gas lacrimógeno sobre los Elíseos, 81 detenciones” y “Avenida de los Campos Elíseos y fiesta en el Parque de los Príncipes (el estadio del PSG), el programa del domingo”.
En lo teniente al fútbol, Le Parisien enfatizó: “Después de tantos años, París al fin rey de Europa. Luis Enrique se merece una estatua”.
En Italia el talante es más similar al de los policías parisinos, de poca piedad. La Gazzetta dello Sport, medio insignia del deporte italiano y con base en Milán, fue con los tapones de punta para con el Inter comandado por Simone Inzaghi: “¡Esto es una pesadilla! Show de Doué, manita del PSG. Primera Champions para los parisinos”. Debajo, otro artículo delata el sopor del equipo milanés y de su técnico: “¿Mi futuro? No sé si iré al Mundial de Clubes. Veremos. Sin títulos, pero bien igual”.
Corriere della Sera, también de Milán, añadió a su titular una pastilla del presidente del Inter, Giuseppe Marotta: “Fuimos aplastados”. Otra nota, pero de color: “Milán, del sueño a la pesadilla. Lágrimas y silencio en el Duomo. El San Siro (estadio del Inter) se vació antes del pitido final”. La Repubblica, de Roma, mira París a la distancia: “La fiesta se transforma en una guerrilla, más de 80 arrestos”.
TuttoSport, de Turín, fue taxativo: su línea editorial ahorró palabras en el titular porque no buscó darle vueltas al tema. “Inter humillado en Múnich, el PSG campeón. Triplete para Luis Enrique”, consignó. Otro medio turinés, La Stampa, fue más descriptivo: “Inter, una final de Champions pesadillesca. Cinco para el PSG y lección de fútbol”.