La final de la Champions League dejó emociones fuertes, especialmente para los fanáticos del fútbol porque el PSG dio una exhibición en Múnich, goleando al Inter de Milán en forma categórica por 5-0 y conquistando su primer título europeo. Pero faltaban las palabras de Luis Enrique, el DT detrás de este equipazo que hizo olvidar a Mbappé, Messi, Neymar y compañía, y que con su dura historia personal conmovió a todos, incluido Mariano Closs.
El técnico que ganó su primera Champions con Barcelona en 2015, sufrió entre aquella consagración y esta de 2025 la muerte de Xana, su hija de 9 años, víctima de un tipo de cáncer muy agresivo sobre sus huesos. En una muestra de resiliencia ejemplar, Luis Enrique y su familia lograron salir adelante y crearon una fundación en homenaje a la niña. El DT atravesó el duelo y se obligó a recordarla siempre con una sonrisa, tal como contó en un documental, situación que volvió a repetir en este sábado de gloria deportiva.
En las tribunas del Allianz Arena, un mural del PSG mostraba lo que fue una postal en la final de 2016: Luis Enrique, campeón con el Barcelona, acompañado de Xana, flameando una bandera con los colores azulgranas tras ganarle a la Juventus. El asturiano había reconocido en la previa que en caso de ser campeón con el PSG le iba a faltar su hija para los festejos, pero sólo físicamente. Y tras el 5-0 se permitió tocar el tema con ESPN, siempre con un semblante lleno de claridad y amor.
“Xana está con la familia y con todos sus amigos todos los días, se gane, se pierda, se levante uno de buen o de malhumor”, comenzó diciendo el entrenador de 55 años de edad. Y siguió: “Cuando uno ama a personas desde el corazón… Siempre está conmigo, con mi familia y hoy seguro que estaría por aquí corriendo, aunque quizás sería un poco más mayor. Es un día muy bonito”.
❤😢 Incroyable : le tifo hommage des supporters parisiens, pour la fille de Luis Enrique. Les larmes coulent pic.twitter.com/j1ZpPIoXTK
— RMC Sport (@RMCsport) May 31, 2025
La imagen de la TV volvió a la cabina del estadio, donde estaba Mariano Closs, quien viajó hasta Múnich para cubrir la final de la Champions League junto a Diego Latorre, comentarista del partido entre PSG y el Inter. Al periodista le costó unos cuantos segundos recuperar la compostura: el testimonio de Luis Enrique le impactó de lleno, un sentimiento que se hace más fuerte cuando se está lejos de casa.
“Cómo seguir sin emocionarse, siendo padres todos nosotros… con esta entereza de Luis Enrique”, dijo como pudo Closs, padre de tres hijos, tras escuchar las palabras del asturiano.
A su lado, Latorre, papá de Lola y Dieguito junto a Yanina, también resistía las lágrimas como podía: “No, imposible… Dame un minuto porque es muy fuerte”.
“Es muy fuerte, es un hombre muy entero. La verdad que emocionó a todo el mundo”, insistió Closs, por primera vez sin palabras después de haber relatado cinco goles y disfrutado de una noche de fútbol total.
Lo ayudó Latorre: “Es un dolor… Yo no sé cómo se transforma ese dolor realmente, no sé qué hizo con su psicólogo, con su vida… Uno no puede imaginar un dolor semejante, no tiene nombre… y sin embargo ha podido sonreir, estar acá, imaginarse a su hija corriendo acá por el estadio”.
“Es admirable por la entereza que tiene, como papá Luis Enrique y como parte de una familia evidentemente muy unida”, cerró Closs.
Luis Enrique habló también con los hechos porque al momento de recibir su medalla de campeón de la Champions en Múnich llevaba puesta una remera dedicada a Xana. La prenda, de color negro, tenía un dibujo de la Fundación Xana, que se encarga de acompañar y ofrecer asistencia integral a niños y jóvenes afectados por enfermedades oncológicas. Allí se la veía a Xana plantando la bandera del PSG en el centro de la cancha, emulando la celebración de la Champions que conquistó en 2015.
En el cierre de una temporada histórica con el PSG, en la que ganó además el primer triplete del fútbol francés y el segundo de su carrera, el asturiano celebró y puso dirección hacia su próximo objetivo: el Mundial de Clubes donde compartirá grupo con Atlético de Madrid, Botafogo y Seattle Sounders.