Hablar de Botafogo es hablar de la historia grande del fútbol brasileño. De Garrincha, Nilton Santos, Jairzinho y tantos otros que con la albinegra hicieron del jogo bonito un sello de época. Fundado en 1904 en Río de Janeiro, el club fue sinónimo de elegancia, talento y aporte inigualable a la selección brasileña, sobre todo en las décadas del ’50 y ’60. Pero tras esos años dorados, el tiempo fue más ingrato: crisis institucionales, largos periodos sin títulos y descensos que golpearon fuerte el orgullo carioca.
En los últimos años, sin embargo, Botafogo empezó a escribir una nueva página. El punto de inflexión llegó en 2022, cuando el club fue adquirido por el empresario estadounidense John Textor, en un modelo de SAF (Sociedad Anónima de Fútbol).
Con respaldo financiero y una estructura más profesional, el Fogão volvió a ilusionarse con ser protagonista en Brasil y en el continente, situación que se terminó dando más temprano que tarde, aunque con un pequeño sinsabor en el camino.
El Brasileirão 2023 lo tuvo como sensación durante buena parte del campeonato, aunque se desplomó en la recta final. Pero el mensaje fue claro: Botafogo está de regreso. Con una mezcla de experiencia y jóvenes promesas, sumó nombres de jerarquía y recuperó competitividad. En 2024 llegó la gloria, con el título de liga y una Copa Libertadores consagratoria, que lo metió en el Mundial de Clubes.

Cómo llega Botafogo al Mundial de Clubes
Luego de conquistar la Copa Libertadores en 2024, Botafogo arrancó el año con la expectativa de afirmarse como potencia sudamericana. Sin embargo, la derrota en la Recopa ante Racing marcó un duro golpe. Producto de la lógica empresarial de sus propietarios, el conjunto carioca está pagando caro un recambio de su plantilla que lo vio desprenderse de grandes jugadores a los que todavía no supo reemplazar.
La salida del DT Artur Jorge a principios de año abrió un vacío de conducción que duró un par de meses y en el que se sucedieron la fallida contratación de Vasco Matos por motivos reglamentarios, un interinato de Claudio Caçapa y finalmente el arribo de Renato Paiva, su entrenador desde finales de febrero.
A nivel local, su campaña en el Brasileirao lo mantiene en la mitad de tabla, sin mostrar el poderío de los últimos dos años, una imagen similar a la que está mostrando en la Libertadores 2025, peleando por un lugar en los octavos de final.
Jefferson Savarino, el nuevo emblema del Fogão
En medio de una temporada cargada de altibajos, Jefferson Savarino se consolidó como la gran figura de Botafogo. Con la salida de Thiago Almada y Luiz Henrique, el venezolano tomó la posta y se adueñó del ataque. Hábil, veloz y con una zurda decisiva, luce la camiseta número 10 con la autoridad de quien entiende lo que significa liderar a un equipo grande.
En lo que va de 2025, ya suma 14 goles y 13 asistencias, números que hablan de su influencia directa en el funcionamiento ofensivo. Más allá de las estadísticas, su presencia es vital: aparece cuando el equipo más lo necesita y suele decidir en los momentos calientes. En una Libertadores exigente y un Brasileirao irregular, Savarino es el faro.

A sus 28 años, el ex Atlético Mineiro vive quizás su mejor versión. Y no está solo. En Botafogo también destacan el arquero John, figura en la consagración continental de 2024, y delanteros como Igor Jesus y Tiquinho Soares, que aportan potencia y variantes en el frente de ataque. El Fogão tiene nombres y tiene con qué soñar.
Renato Paiva y el desafío de reconstruir al Botafogo sobre la marcha
La llegada de Renato Paiva al banco de Botafogo fue un giro necesario tras un inicio de año convulsionado. Con experiencia en Ecuador, México y Portugal, el entrenador asumió en abril con la misión de ordenar un equipo golpeado por la inestabilidad y las expectativas mal gestionadas.
Paiva no llega como salvador, sino como gestor. Con un perfil formador, apuesta por darle identidad a un plantel con talento pero carente de cohesión. En pocos partidos ya se perciben algunas señales: un equipo más corto, más agresivo en la presión y con Savarino como eje ofensivo.

Sabe que no hay margen para largos procesos. Botafogo exige resultados, y la clasificación a octavos en la Libertadores puede ser su primer gran termómetro. Paiva empieza a construir su camino en Río, sabiendo que, en el Fogão, cada paso se mide con lupa.
Cómo clasificó Botafogo al Mundial de Clubes
Botafogo se clasificó al Mundial de Clubes 2025 tras conquistar la Copa Libertadores 2024. En una campaña consagratoria, el equipo carioca levantó su primer título continental al vencer 3-1 a Atlético Mineiro en la final disputada en el Estadio Monumental de Buenos Aires. El Fogão rompió el maleficio y se metió entre los mejores del planeta, asegurando su presencia en la cita mundialista en Estados Unidos.
