El fiscal general Abel Córdoba pidió este martes que Lázaro Báez regrese a la cárcel para cumplir la condena de diez años, por lavado de dinero que la Corte Suprema de Justicia dejó firme en la Ruta del Dinero K. El cómputo oficial indica que le restan cumplir en la cárcel, poco más de seis años para cumplir la sentencia. El mismo criterio aplicó para el abogado Jorge Chueco y el contador, Daniel Pérez Gadín. En tanto que requirió para Martín Báez requirió la libertad condicional.
“Habiendo quedado firme la condena dictada contra Lázaro Antonio Báez; Jorge Oscar Chueco y Daniel Rodolfo Pérez Gadín, culminado el trámite del cómputo practicado en relación a los nombrados, solicito se ordenen sus capturas y consecuente alojamiento en una unidad del Servicio Penitenciario Federal“, sostiene el dictamen del fiscal al que accedió Clarín.
Lázaro Báez se encuentra con una morigeración de la prisión preventiva desde 2020. Primero estuvo bajo arresto domiciliario en una propiedad con pileta y jardín en el Gran Buenos Aires, y el año pasado fue trasladado a Santa Cruz, donde continúa bajo la misma modalidad.
El pedido de que el ex socio de Cristina Kirchner regrese a prisión no es arbitrario. El fiscal Córdoba recibió el informe de la Secretaría de Cómputos que dice lo siguiente: “Para cumplimentar la pena firme de diez años de prisión le resta cumplir un total de seis años, tres messs y veintidós días”.
Este cálculo responde a que el arresto domiciliario con el monitoreo de tobillera electrónica, con el que fue beneficiado el dueño de Austral Construcciones, no se dictó en la causa de la Ruta del Dinero K, sino en la causa por la compra del campo El Entrevero, otra operación de blanqueo que involucró U$S 14 millones.
En la causa central por lavado que fue confirmada por la Corte Suprema hace una semana, Báez quedó detenido el 6 de abril de 2016 cuando el ex socio comercial de Cristina Kirchner quedó detenido por la Ruta del Dinero K, y abandonó la cárcel de Ezeiza en diciembre de 2019. En aquel entonces, cesó su prisión preventiva en este expediente principal.
Al respecto la Secretaría de Cómputos calculó que estuvo en prisión en la Ruta del Dinero K: 3 años, 8 meses y 8 días. De allí que se determinó que le resta cumplir en prisión, más de seis años.
El cálculo se hizo también sobre Daniel Pérez Gadín, según el cómputo oficial estuvo en prisión 3 años, 8 meses y 1 día. Por ende, para cumplir la pena de seis años de prisión, le resta cumplir 2 años, 3 meses y 29 días.
Respecto al abogado, Jorge Chueco, estuve en prisión 3 años, 8 meses y 2 días. Con lo cual, para hacer efectiva la sentencia de 6 años, le ordena cumplimentar tras las rejas, 2 años 3 meses y 28 días.
Un sola libertad condicional
Al analizar la situación del mayor de los hijos de Lázaro Báez, el fiscal general, aplicó otro criterio: “Habiendo quedado firme la condena dictada contra Martín Antonio Báez, y siendo que oportunamente se le concedió la excarcelación, solicito se convierta la misma en libertad condicional”.
El Tribunal Oral Federal 4 (TOF 4) que sentenció al mayor de los hijos varones de Lázaro a ocho años de prisión, firmó su excarcelación en junio de 2023. El accionista minoritario de Austral Construcciones permanece privado de su libertad desde el 7 de febrero de 2019 y cumplía el arresto domiciliario en la ciudad de Río Gallegos.
La pena se le redujo a seis años cuando la Cámara Federal de Casación Penal confirmó la sentencia condenatoria y fue esa la pena que la semana pasada revalidó la Corte Suprema al rechazar los recursos de queja que se oponían al doble conforme del fallo.
Cuando se lo excarceló Martín Báez había alcanzado los cuatro años y cuatro meses desde su detención “cumpliendo las dos terceras partes de la condena recaída en su contra”, señaló en aquella ocasión el TOF 4.
Con la respuesta del fiscal general, el presidente del TOF 4, Néstor Costabel, corrió esta tarde vista a las partes en este caso donde hay 22 personas condenadas para finalmente, determinar dónde cumplirá el empresario su condena a diez años de cárcel.
Cómo fue la Ruta del dinero K
El eslabón central en las maniobras de blanqueo por 55 millones de dólares fue Austral Construcciones. La compleja organización contó con una estructura jurídica, societaria y bancaria en la Argentina y en el extranjero, “por medio de la cual se canalizaron, transfirieron, disimularon, ocultaron y se pusieron en circulación en el mercado, fondos procedentes de delitos”.
Primero, se expatriaron los fondos por transacciones en distintos bancos internacionales mayoritariamente, se trató de cuentas abiertas en Suiza. La etapa final del circuito incluyó una “repatriación por una operación bursátil con apariencia de legalidad (lavado de dinero), junto a otros activos que fueron detectados y decomisados”.
Para concretar la operatoria de adquisición de bonos para así, poder reintegrar el dinero de origen espurio al circuito legal -para darle apariencia de legalidad-, se utilizó a Austral Construcciones.
En ese parte del entramado de lavado se utilizó la financiera SGI -la “Rosadita”- que fue conocida por las imágenes en las que, entre whiskys y cigarros, Martín Báez y otros ex socios de Báez contaban cinco millones de dólares, según determinó la justicia. En las imágenes se observa a Fabián Rossi, el primero de los acusados en entregarse este lunes para hacer efectiva su condena.