Taylor Swift ya no es la multimillonaria más joven de Estados Unidos hecha por sí misma, según Forbes. Lucy Guo, una chica de 30 años de “personalidad salvaje”, la superó con un patrimonio de 1.300 millones de dólares.
Así lo indica una nueva lista de Forbes sobre self-made billionaires, gente rica que construyó su fortuna por su propio esfuerzo y emprendimiento, sin haber heredado su riqueza.
Guo pasó a la cantautora en abril, cuando se supo que Scale AI, la empresa de Inteligencia Artificial que fundó con Alexandr Wang en 2016, fue valorada en 25 mil millones de dólares.
Aunque la oferta pública de la compañía todavía no cerró, se espera que lo haga en las próximas semanas, informó The Post.
Lucy Guo es una empresaria de 30 años nacida y criada en la Bahía de San Francisco, en los Estados Unidos. Sus padres son inmigrantes chinos. Se autodescribe como “de personalidad salvaje”.
Actualmente dirige Passes, una plataforma de creación de contenidos que les permite a los creadores conservar el 90% de sus ganancias. Dicen que es “la versión familiar de OnlyFans”. El año pasado, Guo recaudó 40 millones, según Fortune.
La empresaria vive en un apartamento en Miami, va al trabajo en monopatín eléctrico y nunca cocina, ya que todos los días pide comida por Uber Eats.
En vacaciones, trabajar ocho horas al día no le impide ir a dos clases de fitness diarias, a fiestas de electrónica y a mantener vigente su colección de productos Pokémon.
Tras su paso por la escuela secundaria, Guo ingresó en la Universidad Carnegie Mellon con una beca de 100.000 dólares de parte del inversor Peter Thiel. Para ese entonces ya era un as de la programación.
Previo a crear Scale AI a sus 21 años, la joven había trabajado en Quora y en Snapchat, donde se convirtió en la primera diseñadora femenina de la empresa.
En Scale AI dirigió los equipos de diseño de operaciones y producción hasta que se fue de la empresa tras “una diferencia de opinión” con su socio Wang -supuestamente fue despedida por él-, quien luego asumió como director ejecutivo.
Aunque se fue de Scale AI, Guo retuvo la mayor parte de su participación del 5% en la empresa que hoy día etiqueta los datos que utilizan otras compañías como OpenAI y Alphabet para entrenar sus chatbots.
La nueva empresa de Lucy enfrentó recientemente una demanda colectiva que acusa a la plataforma de permitir contenido sexual infantil.
Los abogados de Passes desestimaron la demanda. Criticaron a los demandantes por “perseguir los ‘bolsillos profundos’ de Passes, una exitosa startup, y su rico fundador”.