Inaugurado en 1922 en Pasadena, California, el estadio Rose Bowl es una de las joyas arquitectónicas del deporte estadounidense y también sede del Mundial de Clubes. Concebido originalmente como sede del emblemático Rose Bowl Game, partido de fútbol americano universitario entre equipos de la División I de la NCAA, rápidamente se convirtió en un escenario de trascendencia internacional.
Con una capacidad actual de 88.500 espectadores, es uno de los estadios más grandes de Estados Unidos. Durante décadas fue la casa de los UCLA Bruins de la Universidad de California y escenario recurrente del fútbol americano universitario. Su estructura de estilo neoclásico, rodeada por colinas y jardines californianos, fue declarada Monumento Histórico Nacional. Este equilibrio entre tradición y funcionalidad le permitió mantenerse vigente en un panorama deportivo que demanda innovación constante.
En términos tecnológicos, atravesó una serie de renovaciones para adaptarse a las exigencias del siglo XXI. Se instaló un sistema de iluminación LED, pantallas gigantes de última generación y conectividad 5G para mejorar la experiencia del espectador. Igualmente, logró conservar su carácter original, convirtiéndose en un ejemplo de cómo el pasado y el presente pueden convivir armónicamente en un solo lugar.
El Rose Bowl fue escenario de diversos eventos deportivos como, por ejemplo, la eliminación de Argentina ante Rumania y la final del Mundial 1994. En aquella oportunidad, tras igualar sin goles en el tiempo regular, Brasil venció por penales a Italia y quien quedó marcado fue Roberto Baggio por fallar la última ejecución. Previamente, tras el olvidable episodio del doping de Diego Armando Maradona, Argentina quedó eliminada tras perder 3-2 en octavos de final ante Rumania en ese mismo sitio.
Además, se disputaron allí cinco definiciones del Super Bowl, partidos de los Juegos Olímpicos de 1984 -incluida la final entre Francia y Brasil-, la final del Mundial femenino de fútbol de 1999 que consagró a Estados Unidos por penales frente a China y también encuentros de la Copa América Centenario en 2016.
Este coloso californiano también se luce fuera del deporte: recibió a U2, The Rolling Stones, Beyoncé y BTS, entre otros grandes artistas. Además, cada 4 de julio alberga el AméricaFest, una de las mayores celebraciones patrióticas de EE.UU. Y su estética lo convirtió en locación habitual para películas, series y comerciales.