Boca es el equipo que más expectativa genera en el Mundial de Clubes. Al menos así lo indica la cantidad de entradas que se han vendido para sus tres partidos de la fase de grupos. Por eso, cuando este lunes a primera hora aterrizó en la ciudad de Miami, ya se puso en modo Mundial. Encabezada por el entrenador Miguel Ángel Russo la delegación llegó en un vuelo chárter con 30 futbolistas, cinco menos que el máximo permitido para la lista de buena fe, que cerrará dentro de 24 horas y que todavía tiene un hueco libre.
De hecho, ese es el motivo principal por el que el presidente Juan Román Riquelme no viajó rumbo al estado de Florida, sede del primer encuentro del grupo C el próximo lunes contra el Benfica de Portugal: quiere estar en Buenos Aires por si suena el teléfono y se concreta una reunión cara a cara con Leandro Paredes, el mediocampista de la Selección Argentina que jugará este martes contra Colombia por las Eliminatorias Sudamericanas y que representa el sueño máximo de este mercado de pases para los hinchas.
“Sí, no hay otro equipo -por Boca-, está -la cláusula-, lo conté, pero prefiero no hablar. Cada vez que uno habla, diga lo que diga, sea bueno o no se generan expectativas, la gente está muy ilusionada, entonces prefiero que las cosas pasen cuando tengan que pasar, como debe ser, como viví siempre mi vida y mi carrera, y si se tiene que dar se dará. Yo solo tengo palabras de agradecimiento, recibí siempre mucho cariño de toda la gente de Boca”, dijo Paredes en una entrevista con Telefé, el jueves pasado, en la que eligió no profundizar en el tema.
Según pudo saber Clarín, la negociación está trabada y aunque para Boca obtener el pase de Paredes parece un regalo (son 3.7 millones de dólares), el acuerdo no llega. El tema sigue siendo el contrato, que sería de 4 años y le demandaría un costo de 14 millones de dólares. Sí, Paredes pretende cobrar lo mismo que su último acuerdo con la Roma. Ningún futbolista del actual plantel llega a ese número. Bastante lejos está Edinson Cavani, el mejor pago.