Un estudiante que atacó salvajemente a su profesora, al estrellarla cabeza contra el suelo de cemento y dejarla en un charco de sangre. Cuando muchos pensaban que podía recibir una condena ejemplar, recibió apenas una pena para trabajo comunitario.
Kieran Matthew, de 18 años, dejó a la docente inconsciente después de arrojarla al suelo “como una muñeca de trapo” en la Academia St Paul’s en Dundee en marzo del año pasado.
Un Tribunal escuchó que Matthew puso los pies sobre el escritorio de la profesora después del ataque y referirse a ella de una forma despectiva y repudiable: “La estúpida vaca se lo merecía”.
Así, pues, lo pusieron bajo supervisión de trabajo social durante tres años, le ordenaron asistir a un curso de tutoría que incluía manejo de la ira y lo sometieron a un toque de queda de un año.
Según refleja la BBC, la maestra había quedado con una “cicatriz extensa y significativa” en la cabeza como resultado del ataque, que se produjo en 2024.
“Ella dedicó su vida a los alumnos vulnerables. Le han arrebatado su carrera, ya que no ha podido volver a la escuela debido a ataques de pánico, pesadillas y terrores nocturnos como resultado de esta agresión”, afirmó el sheriff Tim Niven-Smith sobre las secuelas causadas por el brutal ataque.
De acuerdo a los especificado por medios locales, el delito ameritaba 18 meses de prisión, pero que se reduciría si se declaraba culpable pronto.
Entonces fue que podía caer dentro de las reglas evitar sentencias de corta duración de menos de 12 meses para los primerizos delincuentes si hay una alternativa disponible, aclaran.
Matthew es un alumno con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y un coeficiente intelectual “extremadamente bajo” entre 47 y 59. El adolescente admitió haber atacado y herido a la maestra.
Al Tribunal del Sheriff de Dundee se le dijo que Matthew se había negado a cambiarse por separado de los otros alumnos antes de una clase de Educación Física.
Esta medida se puso en marcha debido a agresiones anteriores hacia otros niños.
La delegada fiscal Laura Bruce dijo que Matthew estaba “agitado y alterado” por el cambio previo, refleja BBC.
La profesora era considerada una persona “segura” para él y anteriormente había logrado reducir la tensión en incidentes volátiles.
La docente tomó la decisión de ubicar a otros dos profesores y alumnos en un aula cerrada lejos de Matthew, quien estaba sentado con la cabeza gacha en una mesa.
Luego intentó salir del lugar, donde la maestra estaba de espaldas a él, reconstruyeron.
“Recuerda que la agarró con fuerza, como si fuera un jugador de rugby, con los brazos pegados a los costados, y lo siguiente que sintió fue el terrible impacto de su cabeza contra el suelo“, confió bruce.