Entregó a su hija en adopción, años después la buscó y descubrió el horror: el caso Cathy Terkanian

Por problemas familiares, su madre la instó a entregar en adopción a su beba, Alexis.

En 2010, una carta desató sus ganas de saber qué había pasado con su hija. Después de una larga búsqueda, recibió la peor noticia para una madre.

A continuación, la impresionante historia de Cathy Terkanian y de su hija Alexis.

Cathy Terkanian nació en Virginia, Estados Unidos, en el seno de una familia disfuncional.

Su mamá había sido abandonada por su esposo, debido a que este se enteró de que Cathy no era su hija, tal como suponía.

A partir de allí, la madre, que también sufría de bipolaridad, culpó a su hija por la situación, por lo que la infancia de Cathy estuvo atravesada por el maltrato.

Por si lo anterior fuera poco, la niña tenía siete medios hermanos, lo que hacía la convivencia aún más difícil.

Finalmente, a sus 14 años, escapó de la casa y, haciendo dedo, llegó a New Orleans.

En dicha ciudad, se sumó a una red de jóvenes que se ayudaban mutuamente. Allí conoció y se puso de novio con Randy Badger.

Corrían los años 70 cuando Cathy y Randy se casaron y, unos meses después, se enteraron de que esperaban un hijo.

En junio de 1974, con tan solo 15 años, Cathy dio a luz a una beba, que llamó Alexis.

No obstante, al poco tiempo, la relación con Randy se deterioró y la adolescente no tuvo más opción que regresar a Virginia.

Cathy confiaba que en su casa, con un poco de apoyo familiar, podría darle a su hija una vida mejor de la que ella había tenido.

Pero no fueron bien recibidas por su madre. Resulta que esta tenía cáncer y asistía a reuniones en organizaciones benéficas católicas, donde le habían sugerido de separar a Cathy de su hija.

Así entonces, la adolescente fue convencida por su mamá de que no estaba capacitada para criar una beba y que era mejor darla en adopción.

Finalmente, la beba fue entregada a una familia y Cathy no volvió a saber de ella. Al poco tiempo, se volvió a ir de su casa para estudiar enfermería.

Treinta y seis años después, en abril de 2010, Cathy Terkanian recibió una carta que le cambió la vida.

Al abrirla, leyó que el Departamento de Servicios Sociales de Virginia le solicitaba comunicarse de manera urgente con él.

Cathy llamó de inmediato. Le dijeron que querían su ADN porque se había encontrado un cuerpo en Racine, estado de Wisconsin, y sospechaban que era el de Alexis.

Por esta comunicación, también se enteró que Alexis había desaparecido de su hogar adoptivo en Hamilton, Condado de Allegan, estado de Michigan, cuando tenía 14 años.

La noticia la dejó en shock. Aunque no se había olvidado de su hija, Cathy desconocía la vida de esta. Pero a partir de entonces, sintió la necesidad de saber más, por lo que comenzó a recolectar información.

Lo primero que hizo fue buscar datos sobre niñas desaparecidas en internet, y enseguida encontró que se había publicado un aviso de una niña llamada Aundria Bowman, cuya fecha de nacimiento y descripción física coincidían con las de Alexis.

Después de analizar varias horas la foto, Cathy pudo encontrar similitudes corporales con la niña. Además, pensó, se daba la casualidad que también se había escapado de su hogar a los 14 años, tal como lo hizo ella.

Al seguir con la búsqueda, se enteró de que su hija había sido adoptada por el matrimonio Dennis y Brenda Bowman.

Asimismo, supo que el padre adoptivo era un personaje muy, pero muy oscuro.

Dennis Bowman tenía varios antecedentes penales. Cathy Terkanian pudo averiguar que, en 1980, había atacado a una adolescente y que, por ello, sufrió una condena de entre 5 y 10 años de prisión.

Asimismo, supo que, a finales de 1988, Aundria Bowman le contó a las autoridades de la escuela secundaria que tenía miedo de volver a su casa, ya que Dennis la abusaba sexualmente.

Ante esto, una trabajadora social fue a la residencia de los Bowman y los confrontó sobre las acusaciones de su hija, pero Dennis y Brenda las negaron.

Al poco tiempo, la pareja se mudó a Hamilton, condado de Allegan, Michigan, y fue allí donde denunciaron que Aundria había desaparecido.

Dennis Brown comunicó que le faltaban 150 dólares, por lo que la policía emitió una orden de arresto contra la adolescente, acusándola de robo.

Por último, diez años después, en 1998, se conoció que Bowman entró a robar a una casa y que, en consecuencia, fue encarcelado durante un año.

Por todo lo anterior, Cathy tenía el presentimiento de que Dennis Bowman había matado a su hija.

Esta intuición se reforzó cuando, tras tres años, le llegó el resultado del cotejo de su ADN con el del cuerpo encontrado en Racine: negativo, la persona fallecida no era su hija.

Además de estar convencida de la culpabilidad del padre adoptivo, Cathy tenía una certeza inexplicable sobre el lugar donde estaban los restos de su hija.

Pasados los años, la pareja Bowman se había mudado a otra casa, también ubicada en el condado de Allegan, Michigan, EE. UU.

Luego de examinar durante mucho tiempo mapas de Google e imágenes satelitales, Cathy había notado cambios en el patio de la nueva casa de los Bowman, por lo que estaba segura de que Dennis había enterrado a Alexis allí, bajo una losa de hormigón.

A pesar de todo, el tiempo pasaba y Cathy no podía hacer más. Pero en 2019, un hecho inesperado la condujo a conocer lo que había sucedido con su hija.

Ese año, Dennis Bowman fue arrestado, ya que se descubrió que había cometido un crimen: en 1980, asesinó a una joven llamada Kathleen Doyle.

Cathy Terkanian había estudiado al detalle a los Bowman y, entonces, sabía que estos eran inseparables.

Por ello, al enterarse de la noticia, recomendó a la policía que amenazara a Dennis con que, si no confesaba sus crímenes, lo trasladarían a un lugar lejos de su esposa.

Las autoridades siguieron el consejo, que funcionó: Bowman admitió haber matado a Alexis y que, tal como intuía Cathy, la había enterrado en el patio de su casa, debajo de una capa de cemento.

Sin embargo, alegó que había sido un accidente, que le había pegado y que, al caerse, la joven se rompió el cuello.

Finalmente, detalló que desmembró el cuerpo con un hacha y un machete, para meterlo en un contenedor, y cuando se mudó a la nueva casa, lo trasladó y lo sepultó en el jardín.

A principios de 2020, un equipo forense excavó el jardín de Bowman y encontró huesos humanos. Tras solicitar muestras ADN a Cathy, confirmaron lo que esta sospechaba: se trataba de los restos de Alexis.

Dennis Bowman fue condenado a dos cadenas perpetuas por el asesinato de Doyle, y recibió de 35 a 50 años adicionales por lo que le hizo a Alexis.

Por supuesto que la pena no remedió el dolor de Cathy, pero al menos pudo conocer lo que le sucedió a su hija, aunque en su mente ya lo sabía.