Me encantaría trabajar con Cris Morena, era fan de Casi ángeles

Tiene 38 años, es arquitecto, en las primeras semanas de juego pasó algo inadvertido entre los veintipico de participantes, pero con el correr del reality supo reinventarse. Y, a los pocos meses de haber entrado -integraba el grupo original de 24 jugadores-, de ser el personaje al que no le salía una bien se convirtió en el looser más querido de este Gran hermano (a las 22.15, por Telefe). Y cuando muchos lo veían con un pie en la final -de acuerdo al pulso de las redes- el lunes Juan Pablo De Vigili quedó afuera con el 61,3 por ciento de los votos.

Esa noche se fue enojado, frustrado, pero sin abandonar nunca el don de gente: desanduvo el camino rumbo a la puerta junto a sus dos mascotas -Jaime y Bartolo- y volvió a la veredita de la casa para saludar a Eugenia y Selva, con quienes integraba el grupo de “Los hongos”, pero una seguidilla de discusiones en los últimos días los terminó separando. Ellas se quedaron, y él se fue tras perder en el versus con Selva, precisamente.

A menos de 48 horas de su salida, este miércoles al mediodía charla con Clarín sobre cómo lo modificó la casa, sus sueños, sus valores, su pálpito.

-¿Seguís con el mismo estado emocional del lunes a la noche?

-No, ya me aflojó un poco todo eso. Con las horas se me fueron acomodando las emociones, pero te confieso que me dio mucha bronca quedarme afuera a una semana de la final. Y tampoco me gustó irme así. Cuando pensaba en el día que me tocara dejar el juego me veía más amoroso, agradecido, abrazando a todos. Te juro que estoy feliz, pero sigo enredado en la manera en la que me fui.

-Pero, de acuerdo a tu discurso sobre los valores y la dignidad, si te hubieras ido riéndote, como si todo estuviera bien, nadie te habría creído.

-Ojalá se haya visto así. Yo me fui fastidioso porque no me gusta pelear y los últimos días fueron tremendos con Selva y un poco con Euge, de la que había esperado una palmadita en la espalda mientras se daba el versus y nunca llegó. Y no me va el estado de enojo, no lo sé llevar. Yo soy más de hablar, de tratar de entendernos por las buenas. Y llegó el final y se dio de una forma que no me gustó.

-En algún momento de esta última placa negativa, con cinco nominados, o en el duelo con Selva ¿te veías afuera?

-No, la verdad es que no. Me sentía fuerte e imaginaba que ella se llevaba más votos, pero me equivoqué. Y apenas salí me comí la cabeza pensando cómo podía ser que yo hubiera acumulado tanto hater. Pero después entendí que se unieron varios fandom para ir despejando el camino de sus favoritos. Y eso me tranquilizó un poco. Siempre supe que es un juego, pero con tanto tiempo de encierro -casi siete meses para él- te confundís un poco lo que es estrategia y conveniencia de lo que es juego real.

El correntino que tejió muy buenos vínculos con Papucho (Claudio, que salió para ser operado de apendicitis y luego reingresó con un Golden Ticket) y Eugenia, también nombra a Sopa (Sofía) como los afectos importante que se lleva del reality.

-Pero Sopa estuvo unas poquitas semanas…

-Lo que es pasa es que hay un momento en el que sentís que un día vale como un año: siempre las mismas caras, los mismos espacios, no tenés distracciones, no tenés celular. Y eso hace que el tiempo sea eterno. Igual, hubiera elegido seguir ahí. Fue una experiencia tremenda para mí, que venía golpeado.

Juan Pablo, alias Devi (por deformación de su apellido), traspasó el umbral 2 de diciembre del 2024 diciendo que estaba de novio y luego comentó que había sido víctima de una estafa que lo había destrozado. Se lo veía vulnerable, pero con ganas de rearmarse. Más adelante, en la sección de Congelados (entran familiares o amigos y los participantes deben quedarse quietos y mudos), recibió un video de su “pareja”, quien claramente le decía que ya no seguía la relación. Él no supo interpretar la indirecta (bastante directa, por cierto) y eso empezó a generar empatía en el afuera.

Otro día, para que asumiera su situación, su familia le mandó un mensaje con la palabra “soltero” (en una instancia en la podía llegar un par de palabras por escrito). Y ahí empezó a entender: “Por ahora ese tema lo tengo encapsulado, ojalá algún día pueda hablar con ella como para saber bien qué pasó. Es buena persona y la quiero, pero ahora prefiero ir bajando de a poco en esta nueva realidad. Y disfrutar”.

Cuenta que hace un ratito se cruzó con Sandra -salió hace dos semanas- “y dije ‘guau’, está toda lookeada, divina. Se ve que está bueno también estar afuera. La producción te va llevando muy bien y yo me estoy sintiendo feliz, la casa me ayudó un montón a crecer, a tenerme más confianza”.

-Como le pasa a la mayoría, ¿vos también querés ser panelista?

-No, porque no me gusta tanto ese tipo de exposición. Y aparte me cargan porque no sé redondear. Me gustaría retomar la actuación y la música. En Corrientes hacíamos obras de teatro y también tuve una banda en mi provincia que se llamaba Blonda, pero no pudimos patentar el título.

-¿Y cuál sería tu sueño como actor?

-Me encantaría trabajar con Cris Morena, yo era fan de Casi ángeles. Me muero si me sale una oportunidad en una tira producida por ella. Es más, una vez mandé material mío para un casting, pero no me eligieron.

Esta última anécdota podría formar parte del derrotero bautizado “Los no me salieron bien” de Devi. Pero ahora puede reírse de eso y avanza. Con la mira puesta en la final del martes que viene, imagina que al podio llegarán “Ulises, Luz y Tato, tal vez en ese orden. Pero la verdad es que me gustaría que gane Eugenia. Yo no abandono a mis amigos“.